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Por muchos años, Jeon Jungkook pensó que su padre, cual persona estricta era, no llegó a demostrar su amor paternal. Su madre siempre estaba ahí para él, lo animaba, le decía que era un gran hijo, le daba muchos besos y cariños, le cantaba canciones, y sobre todo, lo apoyaba en la música cuando nadie más en su familia lo hacía.

Su padre quería que fuera empresario, que siguiera con su empresa, y aunque la manejaba bien, sabía que no era para él.

¿Rebelarse para estar en lo que más le apasionaba?

Jeon Jungkook no lo pensó, solo actuó y no se quejó por un tiempo cuando su padre le dio la espalda. Cuando su madre recayó la primera vez, su padre lo sacó por la oreja de la casa, prohibiéndole entrar y diciéndole que se olvidara de que tenía una familia. La segunda vez, Jungkook sabía que su padre no lo iba a dejar entrar por las buenas, así que recurrió por las malas. La tercera vez su padre se rindió porque su esposa le pidió que por favor, arreglara todo el desastre —llamado por ella "ridículo conflicto familiar entre padre e hijo"—, porque si en dado caso fallecía, juraba que se lo llevaría el mismo día de su muerte.

Asustado estaba, mas no iba a arreglar nada.

Y aquí tenemos a Jeon Jungkook, observando su mesa de producción mientras su cuerpo le pedía salir de esa habitación que anteriormente había preparado para que fuera acústica. Se recostó en la silla con sus manos detrás de su cuello, mirando el techo sin mucho interés y en un estado de cansancio mental. No habían sido las mejores semanas de su vida, y apenas habían pasado dos meses desde que Taehyung vivía con él. Deseaba con toda su alma hacer cosas de parejas como tener su primera cita, relajarse sin preocupaciones, decir tonterías sin ser juzgados, andar por la ciudad agarrados de la mano...

Le estresaba la situación a tal punto de decirle a su manager que parara de decirle lo que debía de hacer. Porque sí, ellos tenían un manager grupal como también uno personal, justamente era el quinto manager de Jungkook porque los otros cuatro renunciaron por su actitud intensa.

¿Qué culpa tenía él? Solo quería respirar y nadie le daba ese espacio.

No se dio cuenta cuando la puerta se abrió y entró Taehyung, y que, por estar tan sumido en sus pensamientos, casi se ahogaba con su propia saliva al hacer un falso intento de gritar porque su pareja le había tocado el hombro desnudo.

—Perdón, no quería asustarte —se disculpó cuando casimente veía el corazón de Jungkook en sus ojos por lo asustado que estaba—. Te mandé un mensaje de que iba a salir, pero...

Revisando su celular, se dio cuenta de que sí le había mandado un mensaje y leyó su contenido. Taehyung sabía que Jungkook tenía una agenda bastante apretada en el sentido de que algunas veces se la pasaba en el pequeño estudio de la casa para crear algunas "demos", es por eso que llegó a la decisión junto con Jungkook de que prefería mandarle un mensaje a tener que intervenir en su momento de motivación.

La realidad es que su motivación estaba por el piso y ese sentimiento de perderse en un agujero negro se hacía cada vez más presente, justo como en su pasado.

—¿Quieres venir conmigo? —le propuso, viendo sus ojos llenos de angustia que vagamente no pudo disimular.

Sin pensarlo dos veces recogió su camisa tirada en el sillón y salió del estudio. Su cabeza dio vueltas y se detuvo un momento, girando hacia Taehyung quien arreglaba los botones superiores de su camisa.

—Creo que somos la pareja más rara —empezó diciendo, ganándose la atención del menor—. No hemos tenido nuestra primera cita y llevamos más de un año siendo novios.

—Si tenemos en cuenta de que solamente nos hemos visto virtualmente casi todo el tiempo... —Taehyung cayó en cuenta con sus propias palabras. Abrió su boca, intentando articular alguna palabra; nada salía.

Don't Leave Me; KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora