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Normalmente Jungkook solía ser reservado en cuanto a su trabajo. Los únicos testigos eran sus amigos: integrantes de la banda, pero Kim Taehyung no sabía nada.

Sus nudillos picaron y con ellos existía el color rojizo. Aguas saladas se aposaron en sus ojos, aún sin derramar ninguna gota.

Estaba tan harto que juraba a los siete rayos del sol romper ese contrato que lo único que le generaba era dolor de cabeza.

Taehyung había llegado pocos minutos después del ensayo, era extraño verlo ahí a esa hora cuando normalmente estaba en la galería. Se veía sofocado.

¿Quién de los siete me va a explicar lo que pasó? —el CEO mantenía su expresión enojada, con los brazos cruzados sobre su pecho—. No se hagan los estúpidos, les conviene hablar antes de que sea peor.

No entendían cómo pudo darse cuenta, y no fue hasta que Taehyung recapituló todo: el edificio tenía cámaras de seguridad en el exterior, probablemente alguien de seguridad le haya dicho, tomó el tiempo, analizó las vestimentas y dio a parar a ellos.

Era eso o perder a Jungkook.

El CEO tomó del cabello de Jungkook, luego también tomó su mano derecha. Jalaba de su cabello de una forma dolorosa, como si de verdad quisiera arrancarle los cabellos. Estuvo dispuesto a lastimar su mano derecha, porque, con una mano lastimada, ¿podría tocar bien la batería sin serle incómodo? Por supuesto, no era tonto, con Jeon Jungkook a fuera, tendría una baja complicada.

Taehyung se puso a la defensiva al ver que los demás de sus amigos se quedaron estáticos. No era la primera vez que Jungkook era agredido de tal manera, pero la primera vez que se metieron, al igual que segunda y tercera, acababan incluso peor que Jungkook.

—Señor, ¿de verdad piensa que con la violencia puede llegar a una solución?

La mano de Taehyung presionó la del señor, ejerciendo fuerza en él, para que se detuviera en lo que estaba haciendo. Y, por si fuera poco, sus amigos creían que se iban a desmayar en plena sala porque Kim Taehyung no sabía lo que estaba haciendo.

Kim Taehyung sí sabía lo que estaba haciendo. No era un busca problemas porque detestaba los problemas sobre cualquier cosa. Sin embargo, una vez Jeon Jungkook lo protegió de una posible conmoción cerebral con una botella de cristal, siendo él el afectado.

No tenía la obligación de devolverle el favor, pero esa no sería la última vez que lo hiciera.

—Kim Taehyung, ¿te atreves a meterte?

Entre usted y yo, sabemos que lo está haciendo mal y que él no sería el único perjudicado.

Desde el principio que tuvo que hablar con Taehyung, se dio cuenta de que debía utilizar la lógica, actuando con la cabeza y no con el cuerpo. Porque según su lógica e intuición, Taehyung era un ser muy inteligente que analizaba sus acciones y palabras, para luego utilizarlo todo en su contra porque él mismo había cometido el error. Un error tan grande como es el abuso, y un error tan grande como meterse con la persona equivocada.

No le convenía tener que discutir con alguien cuya inteligencia era de tal tamaño y que le iba a perjudicar por cualquier contraataque que hiciera.

Por lo tanto, tuvo que alejarse de Jungkook y mandarle una mirada amenazante a los otros integrantes de esa sala, incluyendo a Tae.

Se quedarán encerrados en esta sala hasta que yo diga.

Señor, pero nosotros debemos... —cuando Namjoon intervino, ya Taehyung se había llevado la demanda.

Don't Leave Me; KookTaeWhere stories live. Discover now