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Taehyung llegó a una habitación del hotel reteniendo sus lágrimas. Hace más de un año sintió un dolor parecido, pero nada igual. Era desgarrador, que te hacía olvidar quién eres y de dónde provienes.

La última vez que lloró no fue por alguna tontería de niño, él nunca lloraba por eso. Fue, más que nada, porque su gato había muerto a causa de insolación que hacía en ese verano. Él era muy cuidadoso, no dejaba que saliera, le daba sus comidas, le daba de tomar, lo bañaba... ¿Por qué había tenido una muerte tan trágica?

Desde ese entonces, no quería tener ningún gato por más que le gustaran. Tampoco quería tener un perro, hasta que su abuela le regaló a Yeontan cuando tenía dieciséis años. Lo había cuidado más que su vida porque descubrió que tenía una grave condición en su corazón. Sus hermanos le decían que siempre estaba enojado, algo completamente falso porque era muy amoroso.

Fue una gran tristeza cuando se dio cuenta de que, estando en Seúl mientras estudiaba, no podía mantenerlo porque apenas se cuidaba.

Así que, como fue tanto tiempo lo que retuvo, empezó a hipar del dolor. Se deslizó en la puerta tocando su pecho mientras lo masajeaba.

Sollozó.

Su llanto resonó por toda la habitación.

Pensó que Jungkook confiaba en él, que le creía, que realmente lo amaba. Estaba pensando que incluso jugó con sus sentimientos, experimentó con ellos con el único pretexto de ver si con Tae era diferente.

Era diferente, el primer problema fue Jungkook, y el último Tae.

Mentiroso.

Mentiroso.

Siempre fue un mentiroso.

Nunca debió abrir su corazón.

Tal vez llevaría días así, tal vez nada volvería a ser igual y la pena comería su corazón hasta hacerlo de acero. Al menos, quería llorar por última vez, quería deshacerse de ese dolor en su pecho que no pudo sacar antes, y que, desgraciadamente, tendría que aprender a vivir con aquello que tanto daño le hacía.

Una semana después, Jeon Jungkook faltó por una semana completa igual que Kim Taehyung.

Al momento de volver a la empresa, se dirigió hacia el actual CEO, Bang Si-Hyunk, para darle una excusa que por obviedad era una mentira. Le dijo que tenía un fuerte dolor de estómago —gracias a su mala digestión mencionada en su expediente—, y que no podía ni tomar el teléfono para avisar.

Saliendo del despacho, se encontró con Jimin, lucía muy preocupado cuando lo miró de arriba hacia abajo.

—¿Estás bien? Hace más de una semana que no vienes.

—Estoy bien —primera mintira.

—¿Y Taehyung?

—No lo sé.

Le dio la espalda con la intención de irse. No pudo escapar de Jimin cuando lo tomó del brazo para hacerlo girar.

¿Qué dijiste?

—No sé sobre la vida de Kim Taehyung. Ahora déjame tranquilo —segunda mentira. Muy dentro de él, quería saber sobre su vida, quería saber cómo estaba, porque reconocía que él era el culpable.

Park Jimin quedó con la boca abierta viéndolo irse, pensaba que había sido una ilusión de su mente adormilada, que él nunca dijo que no sabe nada sobre Tae cuando claramente Jungkook era el primero que sabía sobre su vida.

El mundo iba a terminarse.

Seguía trastornado cuando Jin y Nam llegaron por los pasillos. Nam le pasó la mano por el rostro a Jimin porque no parpadeaba. Si no fuera porque Jin le dio unas nalgadas, gritando en el acto, no hubiera reaccionado.

Don't Leave Me; KookTaeWhere stories live. Discover now