Don't Leave Me; KookTae

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—El proyecto Speak Yourself, o en su forma abreviada: SY, consiste en que las personas se expresen de una manera que, junto con el arte, se sientan identificados y a su vez, se sientan aliviados.

Consistía más en ayudar a las personas en general, aunque iba un poco más dirigida a los artistas, porque, si bien la industria de Corea del Sur es muy estricta, hay muchos que no son capaces de sobrellevar esa carga y que no pueden ser escuchados.

Kim Taehyung quería ayudarles, no de una manera literal como un psicólogo, pero quería ayudar a todas esas personas que buscaban por él.

Justo cuando Taehyung terminó de explicar, el CEO se había quedado pensativo, pensando en si la llegada del joven sería buena para la empresa o algo de sobra.

—¿Sabes diseño gráfico?

Aquí vamos otra vez —pensó ya exhausto el de cabellos plateados.

La realidad sobre su ayuda era distinta, llegaba incluso a ser sofocante porque muchos pensaban que, al ser un artista que juega con pinturas y hace un desastre, debía saber perfectamente diseño gráfico.

Sí, una cosa lleva a la otra. Y sí, el diseño gráfico en parte tiene que ver con el arte, pero no es su especialidad.

—Señor, soy un artista que juega con pinturas y a la misma vez ayuda a los demás con su arte. No soy un diseñador gráfico, no me especialicé para ser diseñador gráfico. Sin embargo, si quiere, le puedo hacer un dibujo en digital —expresó.

Jungkook, quien se situaba a su lado, tuvo que morderse los labios muy fuerte para no soltar una sonora carcajada. Su novio se había vuelto muy chistosito y seguía con más realismo.

Solo con eso bastó para callarle la boca del CEO, pasando su mano derecha por la sien hasta que por fin dijo:

—Está bien, está bien. Quedas contratado. Le diré a la secretaria que te pase el itinerario, la paga y...

—Señor, disculpe —intervino por segunda vez—, no tiene que preocuparse por una paga. Hago esto por un propósito de manera expresiva, no para recaudar fondos.

Conocía a esos tipos de personas, por supuesto que las conocía tan bien como la propia palma de su mano. Había tratado con tantas personas, que debía aclarar todo desde un principio para que no pensaran cosas que no son.

Le traía mala espina, muy mala espina.

Y el CEO ya estaba harto de esa personalidad de un sabelotodo que es igual a un sabelo nada. Más estaba harto porque sentía que estaba leyendo su mente, que podría descifrar cualquier diálogo o movimiento que hiciera. Es joven, pero también es un joven muy inteligente que analiza los movimientos de su presa antes de atacar.

Igual que un tigre cazando a una zebra.

—Entendido, nada de paga porque se puede interpretar como si fuera de caridad —soltó sarcástico.

Jungkook observó a su novio para ver su reacción, se sorprendió mucho cuando vio como se dedicaba a guardar todo de nuevo en aquel largo tubo, y seguido a eso, Taehyung sonrió pequeñito hacia el CEO.

—Espero trabajar bien con usted —hizo una pequeña reverencia.

—Igualmente —su mirada se posó en el chico con tatuajes, lo miró de arriba hacia abajo antes de acabar diciendo—: No vino hoy, pero recuerda que eso sigue en pie. No te ilusiones tanto. Ya pueden irse.

Al ambos jóvenes salir, Taehyung pudo notar que en todo momento Jungkook permanecía callado, no comenzaba a llenarle de preguntas como comúnmente hacía.