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Empezar mal el día era lo que menos le gustaba a Tae. Parecía un gran tigre echando humo. Lucía bastante tranquilo, pero en su interior todo era un remolino sin control alguno. Yeonjun estaba a su lado en todo momento por lo que pensó que era él el del problema.

—¿Por qué le dijiste al director que me iba a encargar de los cuadros del almacén?

—Sunoo no podía encargarse solo, alguien más tenía que ayudarle —le respondió.

—¿Y específicamente tenía que hacerlo yo cuando estoy encargado de la oficina, encontrar un cuadro perdido y también con el proyecto SY? —el de cabellos plateados giró hacia su mayor con seriedad. Estaba molesto por no decir "realmente molesto".

Yeonjun últimamente empezaba a llenarlo de tantos trabajos que ya no podía dormir sin pensar en eso. Por si fuera poco, el jefe tampoco decía nada al respecto. Se podría decir que Yeonjun es un supervisor, solo que a veces llegaba a ser demasiado abusivo con los trabajos que asignaba.

En estos temas no eran amigos, sino que compañeros de trabajos.

—Lo tomaría yo, pero estoy ocupado dándole pista al detective sobre cuadro —Taehyung lo observó tan fijo a los ojos que parecía más una mirada amenazante, como un: "repites eso otra vez y aquí mismo te voy a dejar sin importarme tus quejas porque no me afecta en nada"—. Lo siento.

—No seas tan hipócrita como para decir un "lo siento" tan a la ligera —retomó su caminata en dirección a la salida. Su turno había termido pronto por lo que podía salir temprano.

—Vaya respuesta a una disculpa sincera —el mayor rodó los ojos ante la indiferencia de Tae.

—Aceptaré tus disculpas cuando también aceptes tu error. Nos vemos mañana.

—¡Si tienes problemas con tu novio, no la pagues conmigo! —le gritó debido a la lejanía.

Podía jurar por un segundo que vio unos cuchillos saliendo de los ojos de Taehyung cuando giró a verlo. Daba un miedo increíble cuando estaba enojado, tanto así que Yeonjun empezó a temblar sin darse cuenta.

Decidió irse caminando a casa por más que estuviera a casi una hora a pie. Quería bajar un poco el enojo que sentía al igual que el estrés mientras tomaba un té que de camino compró.

La pregunta de muchos, ¿por qué Kim Taehyung está tan molesto? Y es que él, siendo una persona pacífica, con mucha paciencia, todo eso se fue al precipicio cuando por más de dos veces en el día y justamente en su tiempo libre, los pequeños cuadros que había estado pintando fueron dañados.

Era como si fuera algo con lo que Tae debería de lidiar por el resto de sus días porque incluso en Estados Unidos le pasaba lo mismo. Por si fuera poco, Choi Yeonjun no le facilitaba nada, estaba siendo bastante abusivo y Tae lo comparaba cada vez que podía con un abogado corrupto que solo busca ser más que otros.

Para sumarle al caso, el jefe ya quería respuestas del cuadro, solo le quedaba un día para la entrega, y estaba seguro que si no llegaba con ningún resultado positivo, Yeonjun y él serían echados como bolsas de basuras. Tenía dinero, pero al menos quería tener un trabajo estable mientras fuera joven y sin pensión.

Llegó a casa un poco cansado pero quería hacer la cena para que cuando Jungkook llegara, solo se duchara comiera y se fuera a dormir. El pobre debía de durar hasta las nueve de la noche en la empresa, por lo que llegaría más que cansado y con ganas de cariños.

Y así fue. Taehyung hizo la cena, fue a ducharse y al momento de salir, observó el caballete justo frente al ventanal en donde se posaba una hermosa vista que daba a la ciudad. Esos colores tan brillantes que parecían cegadores, distintivos y únicos que hacía querer observarlo durante horas sin cansarse.

Don't Leave Me; KookTaeWhere stories live. Discover now