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Jungkook andaba triste. Llevaba dos días sin ver a Taehyung, estaba pensando que tal vez quería irse de esa empresa para más nunca volver, y eso significaría que tal vez sea más difícil verlo.

Justamente ayer quería invitarlo a una cita porque se dio cuenta que hoy saldría más temprano de la empresa. Sus planes cambiaron cuando Tae le dijo que su clienta lo invitó a jugar en un campo de golf y que no podía negarse cuando era su trabajo.

Eso deprimió tanto a Jungkook que tuvo que ocultarle tal sentimiento para que no estuviera triste también.

—Tranquilo, Jungkookie, el día en que le pidas una cita llegará pronto —animó Hoseok.

—Por supuesto, cinco meses después, y todavía estoy esperando el momento perfecto para una cita de aunque sea treinta minutos, ¿no? —frunció sus cejas molesto, sus baquetas estaban a un lado, no quería tocar ningún instrumento porque no estaba de humor.

—¿Y si te quedas hoy a dormir en mi apartamento? —le preguntó Jimin—. Aunque él me dijo que iba a volver muy tarde, no sé a qué tan tarde se referirá.

—Cuando Tae dice muy tarde, es que probablemente regresará alrededor de las ocho de la noche. Ya lo conozco —contestó el tatuado.

—No sé qué clase de pareja son ustedes. Son muy raros —comenta Jin—. Es la primera vez que te pasa algo así.

—No creo que seas el único sufriendo por lo mismo—dice Yoongi—. Taehyung probablemente esté buscando un momento en el que pueda pasar un rato contigo a solas, pero la situación es muy difícil como para darse ese lujo. Lo sabes.

—Eso es lo peor, que lo sé y no puedo hacer nada.

Jimin, mientras escuchaba la conversación, decidió mandarle un mensaje a Taehyung, al momento recibió el visto, mas nunca esperó su respuesta.

Por otro lado, Taehyung estaba en el campo de golf con Min Yeon. Leía el mensaje que Jimin le mandó, decía:

"Tu hombre está sufriendo porque no puede darte cariñitos y besitos."

Otro mensaje le hizo arder sus mejillas:

"Creo que ambos necesitan una recompensa. Si quieres, puedo comprarles condones y lubricante. Sé que ese animal no tiene nada del líquido mágico."

Un último mensaje lo hizo sonreír:

"¿No te parece loco? Ambos somos besties, soy su ex y tú eres su novio. Nunca pensé que esto pasaría en mi vida. ¡Te mando abracitos!"

Aprovechó el momento en el que Min Yeon estaba distraída escogiendo su palo de golf para enviarle una foto de él haciendo un pequeño corazón con sus dedos. En el fondo estaba el terreno limpio y verdoso, con varias banderas que indicaban los hoyos.

Min Yeon se acercó a Tae con el palo encima de su hombro, cuando estuvo a su lado le preguntó:

—¿Abriste el regalo que te mandé por medio de la galería?

—Lo siento, todavía no he tenido el tiempo de abrirlo.

—No te preocupes, lo puedo entender —le sonrió—. Creo que mis hijos y tú se llevarían bien, excepto con el menor, es todo lo opuesto a ti. El mayor es un poco más calmado y no tan energético. Ustedes están entre el rango de menos veintiocho.

Por alguna razón pensó en Jungkook. El destino no sería tan loco para hacerle mostrar que es su hijo, ¿verdad?

Taehyung fue el primero en tener que medir la distancia entre la pelota y el agujero, cuando estuvo seguro, la bateó, insertando la bola. Min Yeon daba aplausos impresionada por su precisión.

Don't Leave Me; KookTaeWhere stories live. Discover now