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Jungkook abrió la puerta del estudio, a su lado estaba Taehyung y la apariencia de ambos, daba mucho de qué hablar.

—¿Tuvieron una noche de pasión o qué? —les preguntó Jimin viendo cómo la pareja entraba y a la misma vez caían derrumbados en el piso.

Verdaderamente estaban fatal, tanto física como mentalmente. Taehyung creía que anoche sería ese día en donde daría ese paso especial con Jungkook, pero solo llegaron a tocarse entre ropas con besos y nada más que eso. Después de cenar, continuaron con su pequeño juego en la cama hasta que inesperadamente el jefe de la galería lo llamó avisándole que debía revisar unos documentos.

Cien hojas para verificar.

Y Jungkook lo ayudó por toda la noche hasta la madrugada. Es por eso que ahora tienen unas grandes bolsas debajo de los ojos que no se tomaron la molestia de ocultar.

—¿Cuántas rondas fueron? ¿Cuatro? ¿Cinco?

—Deja tu mente perversa a un lado, Park Jimin —regañó el pelinegro—. Ni siquiera tuvimos una ronda de...

Antes de que pudiera terminar la oración Taehyung se le tiró encima, recostado su cabeza en su fornido abdomen. Jungkook jadeó por el dolor del repentino impacto y aplastó las mejillas de su novio.

—Vas a ver después —advirtió.

—Qué miedo, estoy temblando —fingió manos temblorosas.

Estaba por levantarle la camisa y empezar a hacerle cosquillas si no fuera porque el CEO entró bastante furioso, provocando que Taehyung de inmediato enderezara su cuerpo en el piso con las piernas cruzadas. Su cabeza daba vueltas por tal imprudente acto.

—Así que haciendo el vago como que no tienes trabajo que hacer... —observó de arriba hacia abajo a Jungkook—. Te necesito en el despacho. Ahora.

Automáticamente el tatuado se levantó y recogió su pequeño bolso mientras se dirigía a la salida con la cabeza baja. Nuevamente el CEO giró la cabeza, esta vez dirigiendo su mirada hacia Taehyung.

—Mañana quiero un cuadro hecho por ti. Quiero saber si de verdad tu presencia aquí vale de algo o simplemente es un desperdicio.

—No se preocupe, señor. Mañana mismo tendrá el cuadro.

Jungkook le mandó una mirada de auxilio antes de caminar después del CEO. Por otro lado, Taehyung sacó su cuaderno de dibujos y observó algunos de los bocetos, tenía algunas ideas, pero esas ideas quería llevarlas a otro nivel.

Algo que nadie imaginó ver.
Pero algo que muchos esperaban de él.

—Pobre de ustedes. Te toca desvelarte hoy, TaeTae —su amigo hizo un pequeño puchero. Sabía cuán costoso podría ser la vida de un artista, pero que sus dos amigos que aparte son novios estén en esa situación... No ayudaba.

—No es como si fuera la primera vez que me desvelo —con su lápiz de carbón, empezó a hacer otro boceto—. A todo esto, ¿el viernes es el recital?

—Así es. Y adivina qué —Tae elevó la cabeza, intentando descifrar su adivinanza y negó fallando—. ¡Estoy en primera plana!

Estar en primera plana significaba seis cosas:

Prosperidad, avance y fama.
Maldad, avaricia e hipocresía.

Jimin sabía todo eso. Sabía lo que implicaba ser un bailarín reconocido hasta en la universidad, pero tampoco se dejaba pisotear. Era algo más parecido a un... Pequeño hámster con carácter de una ardilla enojada.

Don't Leave Me; KookTaeWhere stories live. Discover now