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Era viernes por la tarde. Jungkook caminaba de un lado a otro con sus baquetas, las dejaba encima de la mesa, se perdía por los pasillos y luego corrió hacia la sala para tomar sus baquetas que había olvidado. Taehyung se percató del despiste, también se percató de una pequeña cajita azul oscuro situado encima de la mesa. El menor estaba terminando uno de sus dibujos para el lunes dejarlo en la galería de artes y posiblemente venderlo.

Viendo cómo otra vez Jungkook corría, le preguntó:

—¿Estás bien?

Deteniendo sus pasos y rascando su nariz, asintió. Se notaba muy nervioso, pero lo dejó pasar.

Después de aquella vez en donde Jungkook le ocultó muchas cosas, pensaba que no debía dudar de él porque le contraría si algo raro estaba pasando. Al menos, quería pensar y creer en eso.

¿Taehyung se imaginaba una vida fuera de Jungkook? Lo pensaba mucho, pensaba que posiblemente viviría el resto de su vida solo, con más mascotas, teniendo como siempre su amigo el arte que una vez llegó a detestar, y temía en si ese recíproco volvía a ocurrir, porque gracias a a Jungkook había vuelto a amar su arte. Solo por volverse su musa, solo por indirectamente hacerle entender de que las personas no eran iguales.

Si bien pensaba en eso, no quería esa vida por más que se la ofrecieran con bandeja y diamantes. No la quería porque quería vivir el momento actual y no pensar en posibles situaciones en donde llegara ese momento tal vez lejano como cercano en tener que dejar a Jungkook.

Una pequeña punzada se instaló en su pecho. No sabía a qué se debía, si era porque estaba pensando mucho en eso o por otra cosa.

Decidió hacerle caso omiso.

Minutos después, decidieron vestirse para ir en dirección al teatro cercano. Jungkook creía que Taehyung estaba bastante concentrado en su delineado en el párpado como para darse de que guardó la pequeña cajita en los bolsillos de su chaqueta, y él se había dado cuenta.

Quería tanto preguntarle qué ocultaba hasta que el mayor sacó un labial rojo.

—¿Debería ponerme esto? ¿Y si mejor me pongo labial negro?

—¿Quieres llamar la atención o pasar por discreto? Si quieres llamar la atención, mejor ve con tacones.

—¡Taehyung!

—En mi mesa de noche hay un bálsamo —señaló con una sonrisa divertida—. Además, ¿no vas a llevar mascarilla? —Jungkook se detuvo en seco.

—Cierto...

Justo como mencionó anteriormente, su bálsamo estaba ahí. Jungkook rodó de este y cuando vio mejor el empaque soltó un pequeño grito.

—¡Taehyungie! —el tatuado chilló. Aún con el delineador en la mano y pestañeando varias veces, giró hacia su novio—. ¡No sabía que tenías mi colección!

—¿Tu colección?

—Sí, mira.

El bálsamo era de una figura animada con una batería. No era un conejito, pero parecía uno, aunque no sabía muy bien cómo identificarla sin crear una especia extraña.

—Este es mi personaje, aquí está la batería.

—No sabía que era tu colección —mostró asombro.

—¿Cómo que no? Ahí dice mi nombre y el nombre del grupo —señaló unas letras extremadamente pequeñas.

Parecían a esas letras pequeñas de un anuncio en donde, si no prestaba atención, te estafaban de la peor manera.

Don't Leave Me; KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora