15- Pesadillas, pt.2

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—¡We built this city

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—¡We built this city...!

La voz venía desde la cocina, y Simon sonrió escuchándola.

¡We built this city on rock and roll!

Era Reneé... cantando.

Simon se levantó del escritorio y salió del estudio, caminó hacia la cocina y se afirmó en el marco de la puerta para observarla en silencio.

Reneé preparaba dos tazas mientras esperaba a que el agua hirviera, cantando a todo pulmón.

—Marconi plays the mamba... ¡Listen to the radio!

Entonces lo vio.

Sus mejillas se pusieron rojas, y Simon sintió ganas de atravesar la cocina, agarrarle esas mejillas y darle un buen beso en la boca para que se sonrojara aún más.

—No sabía que te gustaba cantar —comentó Simon acercándose y afirmándose en el mesón. 

Reneé rodó los ojos, pero también sonrió, y su mirada vagó por el rostro de Simon hasta llegar a sus labios.

También quiere besarme. Bien. Perfecto. 

—Puede reírse, no hay problema. Siempre he sabido que cantar no es de mis talentos, aún así lo disfruto.

Y yo disfruto escuchándote, sabiendo que poco a poco vuelves a sonreír.

El agua hirvió y Reneé se acercó de inmediato, pero Simon la detuvo.

—Siéntate, yo haré el resto.

Vertió el agua y dejó el té verde con jengibre frente a Reneé, y luego se sentó junto a ella en el mesón, revolviendo su café.

—¿Qué pasó con el punto de venta n°53? —preguntó ella. 

Simon no quería hablar de trabajo; llevaban toda la mañana envueltos en informes y papeles. Quería tomarse el tiempo de hablar de otras cosas, pero no sabía cómo dar el paso, cómo decirle a Reneé "quiero hablar de tí, de mí, de lo que siento y de todas las cosas que quiero hacerte y que me hagas".

—Disminuyó su rendimiento en los últimos seis meses —respondió al fin—. Cuando eso pasa, se clausura. Es lógico que lo decidirán en la junta del lunes.

—Entiendo. Están gastando más de lo que ganan en ese sector de la ciudad.

—Exacto. El problema es que ahí trabajan más de quince personas. Todas serán despedidas. Tal vez... tal vez podríamos reubicarlos en otro punto cercano, para que no queden sin trabajo ni les cueste tanto movilizarse desde sus casas.

Notó que Reneé lo observaba, así que giró la cabeza y se encontró esa mirada verdosa tan coqueta. 

—¿Qué?

Reneé ©  ✔️Where stories live. Discover now