HISTORIA COMPLETA
¿Existe un sentimiento peor que el amor?
Según Simon Blackwood, sí: la culpa.
Libro 2.5 de la trilogía "Guerreros Contemporáneos"
Se recomienda leer antes "Los principios de Oliver".
Todos los libros están completos y disponibles e...
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No perdió la consciencia.
Al menos... no del todo.
Entendía lo que acababa de pasar: había perdido el control del vehículo, volcándose.
Por un momento Simon no escuchó nada más que silencio.
El más absoluto silencio que de pronto se transformó en un pitido indefinible en sus oídos.
Distinguió algunas luces, y poco a poco el ruido de la lluvia volvió a llenar el ambiente.
Simon intentó evaluar su estado, pero el pánico se apoderó de él. Le dolía algo... todo. Parecían ser demasiadas cosas como para identificar la parte del cuerpo exacta. Y un líquido caliente y viscoso atravesaba su frente. Sangre.
Y luego...
Una voz.
—¡...bien?! ¡¿Puedes escucharme?!
Un rostro apareció en medio de los fierros y restos del auto. Era una chica, y por un momento Simon pensó que se trataba de Reneé.
Pero no. No podía distinguir bien sus facciones por la poca iluminación y la lluvia, pero su voz definitivamente era diferente.
—Estoy... —su voz tardó en aparecer—. Estoy... despierto...
—¡Bien! ¡Ya llamé a la ambulancia y a los bomberos, sólo debes resistir! ¿Puedes hacer eso? ¿Por qué no me dices tu nombre? ¡Dime cómo te llamas!
—S-Simon...
Pensó en Reneé.
¿Dónde estás, Reneé?
La necesitaba. La quería a su lado. Tenía miedo, quería salir de ahí. Quería volver al departamento con ella.
¿Dónde estás Reneé?
—¡Simon! ¡Oye, háblame!
—No... no me... dejes...
Muy en el fondo, sabía que era irresponsable y peligroso pedirle a la desconocida que se quedara con él. ¿Y si el auto se incendiaba? Cualquier cosa podía pasar mientras él seguía atrapado ahí, pero por otro lado... no quería estar solo.
Reneé...
—¡No iré a ninguna parte! ¡Estoy aquí!
La chica se metió como pudo por un agujero donde antes estaba una de las puertas hasta que logró tomar su mano. Su piel se sintió fría contra la de Simon.
—¡Estoy aquí!
¿Por qué gritaba tanto?
—Háblame de ti. ¿Quieres que llame a alguien? ¡Dime a quién!
Era molesta.
¿Por qué no se callaba?
Simon sentía dolor, y la chica hablando tan fuerte parecía despertarle todos los sentidos.
