30- ¿Te casas o no te casas?

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-Quiero casarme contigo -repitió Simon ya agachado frente a ella, y el silencio se hizo entre ambos por un momento demasiado largo

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-Quiero casarme contigo -repitió Simon ya agachado frente a ella, y el silencio se hizo entre ambos por un momento demasiado largo.

-¿Por qué? -preguntó Reneé con voz queda.

-Porque te amo -dijo él, como si tratara de explicar la cosa más simple del mundo-. Y porque vivir los últimos meses contigo ha sido precioso. De aquí en adelante no hay otra mujer a la que quiera a mi lado. Y no me importa si nos casamos mañana, o en veinte años. Si invitamos a dos personas o a cien. Los detalles los resolveremos juntos. Sólo me importa que digas que sí, y que al final de esto tú y yo disfrutemos la vida juntos.

-Yo... -Reneé soltó un suspiro tembloroso-, sí... quiero casarme contigo -Simon sonrió-. Pero eso no significa que lo haré.

-Oh... No entiendo.

-Estos últimos días tu comportamiento me hizo dudar de lo que sientes por mí... Me hizo dudar de mí misma. Sé que Scarlett es una persona horrible y aún así anoche deseé ser como ella sólo para poder estar contigo sin que los demás se metieran entre nosotros. Pero ese momento de crisis ya pasó, ya no pienso así. Prefiero seguir siendo una escuálida picarona con ganas de superarse.

Simon sonrió.

-Es una suerte que no seas como Scarlett, Reneé.

-¿Por qué?

-Porque no me enamoré de ella, sino de tí. Escuálida y picarona. Ahora por favor dime si debería ponerme de pie, me está doliendo la rodilla.

Reneé se agachó frente a él, mirándolo a los ojos con intensidad.

-Respóndeme algo más.

-¿Qué cosa?

-Es... estúpido, pero necesito saber. ¿Por qué no me llevaste a cenar a casa de tu hermano anoche?

-Durante la tarde, mientras jugaba con Cameron me di cuenta de que mi decisión la había tomado hace tiempo. No iba a separarme de tí y de Cam por nada del mundo. Y sabía que mi decisión iba a traer importantes consecuencias en mi relación con mis padres, así que necesitaba hablar con Stefan de eso. Necesitaba preguntarle cómo lo hizo cuando nuestros padres le dieron la espalda. Valoro muchísimo su consejo y...

-Sólo querías hablar con él a solas -entendió Reneé-. Creí que... No importa. Ahora entiendo. Y sí, acepto.

-¿Qué cosa?

Reneé casi rodó los ojos y Simon sonrió.

-Acepto casarme contigo. Ahora bésame rápido porque también me duelen las rodillas.

Él soltó una risa despreocupada, sostuvo su rostro gentilmente con las manos y la besó. Reneé cerró los ojos perdiéndose en la sensación, como un bálsamo sobre una herida que nunca debió existir, y se dejó llevar hasta que su espalda quedó contra la alfombra y Simon entre sus piernas.

Reneé ©  ✔️Where stories live. Discover now