One Shot 1: "June y Klaus"

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Pt, 1

Confesiones bajo la lluvia

June estaba segura de que tenía hipotermia.

Habían pasado horas desde el accidente, su ropa ya no estaba empapada pero sí húmeda, y su piel se sentía fría, por no mencionar los temblores que sacudían su cuerpo.

Era verano, ¿por qué justo tenía que llover esa noche?

Miró a los familiares de Simon abrazarse aliviados cuando el médico salió a comunicar buenas noticias, y continuó sentada en la sala de esperas, viendo el reloj a cada rato. Amanecería en un par de horas más y podría irse a casa en cuanto comenzaran a circular los primeros autobuses.

Entonces Reneé, la novia de Simon, se acercó a ella.

—Oye, sigues aquí.

—Sí, yo sólo... Estoy esperando a que se haga de día. Dejé mi bicicleta en el lugar del accidente y es peligroso caminar sola de noche en esta parte de la ciudad. Escuché lo que dijo el médico, me alegra que Simon esté fuera de peligro.

Reneé asintió y sonrió, visiblemente aliviada.

—Lamento lo de tu bicicleta. Puedo pedirle a uno de los chicos que vaya a dejarte, espera un momento.

—No, no es necesario...

June soltó una silenciosa maldición cuando Reneé no la tomó en cuenta y se alejó de ella, acercándose nuevamente a los familiares de Simon. June sólo conocía el nombre de dos de ellos: Kai y Klaus. No eran sus amigos, estaban lejos de ser sus conocidos. Aun así, ella estaba tan familiarizada con sus rostros como si los viera todos los días. Y... bueno, gracias a los posters en la habitación de Abby, lo hacía: eran dos de los integrantes de su banda favorita, Casual Point.

Y entonces, Reneé se acercó a Klaus.

No, no, no.

No él.

Todos, cualquiera menos él.

¿Por qué Kai no estaba más cerca?

Los vio conversar, luego Klaus miró a June sobre el hombro de Reneé y frunció un poco el ceño. Finalmente sonrió, asintió y se acercó a ella con un caminar casual y relajado.

Mirándolo bien... June soltó un jadeo que nada tenía que ver con el frío que sentía.

Klaus Blackwood era... bonito. Guapo. Negarlo habría sido estúpido. Alto, delgado, tenía el cabello de un color castaño oscuro, un poco rizado y largo, más o menos hasta sus hombros; esa noche lo llevaba recogido en una coleta haciendo que su rostro luciese más amplio y que el atractivo de sus rasgos sobresaliera. Sus ojos eran marrones, ligeramente alargados.

Muchas personas, sobre todo sus fans, decían que era perfecto.

Para June no lo era. No estaba ni cerca de serlo.

—Buenas noches —saludó, deteniéndose frente a ella con las manos en los bolsillos—. Eres June, ¿verdad?

—Sí.

—Yo soy...

—No te molestes. Ya lo sé.

Él la miró con una ceja levantada, seguramente sorprendido ante su falta de emoción.

—¿Qué? ¿Soy la primera persona que no se lanza a tus brazos pidiéndote que le hagas un hijo?

Klaus sonrió.

Reneé ©  ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora