Guerrera de agua

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-No, yo no soy quien tú dices, solo soy una adolescente de 16 años- se apresuró a decir-, no soy la guerrera de nada.

-Entiendo que estás asustada, niña, pero necesito tu ayuda- rogaba Stevenson.

Melisa quedó helada, no se movía y tenía una mirada perdida, su amiga se acercó para averiguar lo que le pasaba pero ella no reaccionó, seguía sin decir ni hacer nada.

"Es mentira"
"Tú nunca serás nada y mucho menos una guerrera, eres idiota y no sirves para nada, tú no eres NADIE"

La chica miraba a Lorena pero estaba escuchando a la voz de su cabeza que la alejaba cada vez más de la realidad.

-Melisa, ¿qué tienes?- preguntaba Lorena con preocupación-. Todo estará bien no te preocupes, yo estaré contigo hasta el final de mis días.

-¿Qué le pasa?- preguntó con frialdad Stevenson.

-No lo sé- respondió Peter-, Lorena, ¿qué le pasa?

Melisa por fin reaccionó y avanzó al profesor; estaban cara a cara, pero no dirigían palabra alguna.

-Lo voy a ayudar- afirmó Melisa-; pero con una condición.

-¿Cuál?

-Me va a contar todo lo que sabe- el profesor dudo un poco antes de contestar, parecía no querer aceptar esa condición pero no tenía otra opción-. De lo contrario no lo ayudo.

-Trato- contestó Stevenson estrechando la mano con la joven-. Pero te diré las cosas a su debido tiempo.

-¿Cómo es que soy una guerrera?- preguntó Melisa al profesor-. ¿Los eligen al azar o acaso es por herencia?

-Por herencia, pero tú eres adoptada- respondió con frialdad-. Tus padres biológicos fueron asesinados.

-Espera, ¿qué?

-Como lo escuchaste niña, a tus padres los mataron poco después de tu quinto cumpleaños- explicó el profesor.

-¿Por qué?- preguntó Peter ya que Melisa no reaccionaba.

-Porque querían acabar con todos los guerreros, y casi lo logran- contestó el profesor un tanto serio.

Los ojos de este hombre que hace poco era solo un extraño parecían esconder un oscuro pasado, la tristeza al contar todo eso a los chicos no podía disimularse.

"¿Eso es verdad? ¿Yo soy una guerrera? ¿Mi madre biológica estaba muerta? ¿Es mi destino controlar el agua?"

Todas esas preguntas retumbaban en la cabeza de Melisa y por más que lo intentara no podía callarlas.

-Entonces, ¿yo soy la única guerrera de agua?- preguntó Melisa.

-Tu respuesta es muy obvia, niña- respondió Stevenson con obviedad-. Pero hay tres guerreros más, uno de cada elemento.

La chica seguía confundida pero ahora no se sentía tan sola, habían más guerreros en el mundo, quizás solo cuatro en total pero no era ella sola.

Guerra de Elementos [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora