El plan

15 3 6
                                    

En la biblioteca ya no estaba el escritorio de Stevenson, no, ahora había una mesa rectangular de dos metros donde se extendía un mapa.

En el centro del mapa se podía ver un círculo y formando un cuadrado invisible se encontraban los símbolos de los cuatro elementos, Stevenson les dijo que eso representaba al Templo de los elementos. Al mismo lo rodeaba un gran río que también formaba una “X" a partir del templo, así separaba los territorios pero del mismo modo los unía con cuatro puentes, ya que antes tenía muros muy altos.

En los territorios de aire (que se encontraba al Este), y fuego (situado al Oeste) se podía ver claramente que estaba lleno de bosque, en el territorio de tierra (ubicado al norte) habían montañas y luego algunos árboles muy separados hasta llegar al Templo, en cambio, en el territorio de agua (al sur del mapa) los ríos que lo separaban del territorio de aire y fuego se perdían formando una especie de mar, de esa manera el mismo territorio era literalmente una capa de agua con casas y caminos flotantes.

Stevenson estaba en el centro de la mesa con Sheila y Peter a su lado, las palmas de sus manos apoyadas en la mesa; Melisa y Connor al otro lado de la mesa y William en el extremo opuesto al de Lorena, él estaba sentado en su silla con su mentón apoyado en la mesa; todos esperaban los mismo, que el profesor les dijera por qué los llamó a las cinco de la madrugada un veinte de enero.

-Bien- dijo finalmente Stevenson después de cinco minutos en silencio-, éste es el mapa actual de los territorios, las brujas están en el templo- lo señaló en el mapa-, muy probablemente las almas estén esparcidas en todos los territorios.

-Pregunta- dijo William levantando la mano-. ¿Esas almas pueden atacarnos?

-No sin un cuerpo, es decir, pueden poseer a alguien y como sirven a las brujas nos pueden atacar.

-Pero eran personas común y corrientes.

Antes de que el profesor contestara lo hizo Lorena:

-Will, cuando mueres pierdes todos tus recuerdos, Yassi llegó y se convirtió en su reina, ellas darían su vida por ambas, claro si estuvieran vivas.

-Exacto- dijo Stevenson, pero luego frunció el ceño y miró a la ojiazul-. ¿Cómo sabes eso? Yo no se los dije.

-Sí, ya sé, lo leí en un libro.

El profesor sacudió la cabeza y continuó con su explicación.

-Cuando las almas poseen un cuerpo obtienen los poderes que una bruja les quiera dar, y no las vas a matar nunca, sólo matarás al cuerpo que poseyó.

-¿Así como la anciana que se hizo pasar por Adira?- quiso saber Connor.

-Claro, solamente que las almas no cambian de forma.

-Ya tienes un plan, ¿verdad?

En el momento en que Melisa hizo esa pregunta el silencio se apoderó del lugar, Stevenson los miró uno a uno y soltó un suspiro.

-Sí.

Melisa y William cerraron sus ojos y apretaron su mandíbula mostrando preocupación y miedo; sabían que ahora empezaba lo peor y tenían miedo, quizás todos sentían lo mismo pero ellos lo demostraron.

-Estas montañas- señaló el territorio de tierra- en realidad es un barranco, Lorena estará allí- la chica asintió-, yo voy a aparecer desde el territorio de agua, haré que las brujas salgan y cada uno estará en el territorio de su elemento.

-¿Por qué todos separados?- quiso saber Melisa.

-Los territorios son mágicos, ustedes tienen un poco de esa magia en su interior, cuando pisen esa tierra van a activar sus poderes al máximo… supuestamente.

Guerra de Elementos [#1]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant