Sheila McQuaid

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-Si el libro no te dice la dirección, ¿cómo los vamos a encontrar?- preguntó Peter- no somos brujos.

-Bueno mocoso como tú dijiste, soy un “mago"- dijo Stevenson tomando un poco de polvo del libro; y nuevamente la luz azul apareció en sus manos-. Así sabremos dónde encontrarlos- continúo arrogando las cenizas del libro al aire.

-¿Cómo se llaman?- preguntó la guerrera.

-Florence Sheila McQuaid- contestó el profesor.

Esas cenizas azuladas al momento que Stevenson dijo el nombre de aquella joven tomaron la forma de la misma, parecía una imagen 3D de una chica pálida como la nieve, con el cabello rojo y su mirada grisácea; la pelirroja se encontraba sentada en el césped con su espalda contra un árbol ancho.

-¿Dónde está?- preguntó Peter rompiendo el silencio de la sala.

-En Hampstead Heath- tendremos que ir- afirmó alejándose de Peter, el cual se encontraba a su lado- no te me acerques tanto.

-¿En dónde?- preguntó Melisa.

-En Hampstead Heath- respondió Stevenson con obviedad- ¿qué no me escuchaste?

-Sí, sí te escuché, pero ¿acaso me ves cara de mapa? Además hay pasto y árboles en todo el mundo, "genio"- declaró con un toque de sarcasmo y enojo en su voz. Se acercó a aquella persona formada por cenizas del libro para mirar más de cerca a la chica que después tenían que buscar, no estaba tan segura el por qué, pero sabía que era importante-. ¿En qué parte del mundo está eso?

-En Londres- afirmó Lorena que se acercaba a su amiga para tomarla de la mano y alejarla hasta quedar un tanto lejos de los demás-. ¿Crees que tenemos que ir?- preguntó desconfiada- sí, no niego que nos ayudó pero, no nos dice toda verdad, nos está ocultando algo, se ve en sus ojos.

-Lore…- susurró-. Sé que esto es demasiado difícil, créeme para mí también lo es, pero tal vez después de encontrar a los demás encuentre una forma de traer a todas las personas de vuelta- trató de tranquilizar a Lorena, pero no parecía muy convencida-. Y no creo que nos oculte nada, no te preocupes.

-Si tú lo dices- rodó sus ojos y soltó la mano de Melisa para dirigirse junto a Peter. La pelinegra le siguió el paso un poco desconcertada por su actitud.

-Creí que le iban a preguntar ustedes, pero veo que no- confesó el chico-, así que lo hago yo. ¿Cómo sabes que está en Hampstead Heath si solo se ve un tronco?

-Porque aparece la dirección- contestó-, solo que el guardián del tiempo es capaz de verla.

Los cuatro se sentaron en el piso. La figura de Sheila McQuaid ya no estaba. El profesor hizo aparecer un pequeño reloj de arena en el centro de ellos.

-Cuando esto llegue al final- indicó Stevenson señalando con su dedo índice el reloj de arena-. Ya tendríamos que estar con los otros tres guerreros.

-Con respecto a eso, ¿de qué es guerrera la tal Sheila?- preguntó Lorena para después mirar a Stevenson desafiante-. Nos dijo el nombre y dónde se encuentra pero no nos dijo que elemento controla.

-Aire- contestó cortante-. Ahora vamos a buscarla y así después nos encargamos de los demás- antes de que pueda terminar la frase fue interrumpido por Peter.

-…antes de que se le termine el tiempo- completó la frase mientras sostenía el reloj en sus manos-. ¿Verdad?

-Sí, mocoso- éste recalcó esa última palabra, lo que provocó que Peter se enojara, a pesar de que sabia que le molestaba que lo llamara mocoso lo seguía haciendo, quizás Lorena tenía razón, eran como niños pequeños.

Ellos no entendían porqué tenían un tiempo determinado para encontrar a tres personas pero ninguno quiso preguntar.

Guerra de Elementos [#1]Where stories live. Discover now