“-Sabes que Adira vendrá por nosotros, Thomas- decía la mujer rubia mientras observaba a su esposo leer un gran libro dorado con algunos detalles negros-. ¿Qué vamos a hacer cuando eso pase?
-No podemos destruirla solos, eso lo sabes- dijo sin apartar la mirada de aquel libro.
-Yo lo sé, él que no entiende eso eres tú, dices que no la podemos destruir solos pero insistes en que me largue con Peter y te deje aquí… te va a matar.
-No los voy a arrastrar a la muerte- dijo después de cerrar el libro de golpe y con un chasquido hacerlo desaparecer-. Peter solo tiene cinco años, necesita a su madre.
-Nos necesita, nos necesita a los dos- corrigió entrelazando su mano con la de él-. Yo no puedo hacer nada pero podemos buscar a los guerreros que quedan y-
-No, Melare, no voy a traerlos y decirles: ‘Hey, creo que Adira y Yassi nos están buscando y nos quieren matar, vamos a pelear,pero moriremos igual’
-No digo eso, solo sé que no las vas a poder vencer solo, son muy poderosas.
-¡Lo sé!- dijo poniéndose de pie- ¿Acaso crees que no lo sé? Sé perfectamente que no voy a vencerlas, pero puedo debilitarlas para que los demás ganen.
-¡Es un suicido!- imitó el movimiento del hombre-. Si van todos juntos pueden ganar.
Stevenson se pasó la mano por el cabello en señal de cansancio y frustración y soltó un suspiro; Melare se acercó a él y puso sus manos sobre su rostro, él se acomodó y besó su mano derecha, sus miradas se encontraron y se unieron en un beso tierno.
-No quiero perderte- susurró la mujer a unos centímetros de sus labios-. Prométeme algo.
-¿Qué?- contestó antes de dejar otro beso corto en los labios de su esposa.
-Que vamos a ver crecer a nuestros hijos- dijo llevándose una mano a su vientre; Stevenson la sostuvo por la cintura y sus labios formaron una sonrisa-. ¿Me lo prometes?
-Te lo prometo.”
Stevenson sacudió la cabeza sacando ese recuerdo de su mente y se enfocó nuevamente en el chico; éste ya no lloraba más y se había dormido en sus brazos.
El profesor pensó en despertarlo para que se valla a dormir a la cama, pero después de pensarlo mejor decidió teletransportarlo a su cama, después de todo aún no era mediodía y sabía que necesitaba descansar para asimilar lo que ocurrió, además, él necesitaba tiempo para prepararse a recibir un bombardeo de preguntas por parte de Peter cuando despertara.
El mismo dejó la fotografía mojada en la mesita de noche y cerró la puerta tras salir de la habitación; aunque la biblioteca era un completo desastre no se molestó en acomodarla, eso no importaba, tenía que ir a hablar con los chicos, ya que él no hizo dicho desastre y tenía que averiguar quién estuvo allí, eso le importaba realmente.
La duda y el pánico se apoderaron de él, tenía varias teorías pero eran tan imposibles que le preocupaba llegar a pensar que estaba equivocado y ese ‘imposible' fuera realmente muy posible.
Cuando golpeó la puerta de la cabaña y no obtuvo respuesta decidió hablar para que supieran que estaban fuera de peligro, luego de informar que era él, la puerta se abrió dejando ver a Connor; todos estaban en la sala, la preocupación era clara en sus rostros.
-¿Lo encontró?- preguntó Melisa. El adulto entró y cerró la puerta.
-Sí- la pelinegra suspiró aliviada.
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Guerra de Elementos [#1]
FantasyDespués de la derrota de las brujas, Adira y Yassaria, los últimos guerreros de los cuatro elementos siguen desapareciendo de una manera misteriosa, lo que confirma las sospechas del Guardián de los mundos de que nunca las vencieron. Buscando la man...