Traidora

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Lorena estaba en el acantilado, no se acercaba demasiado porque la podían ver, se paseaba de un lado a otro, quería salir a pelear pero Adira se lo había prohibido.

Cuando escuchó el grito de Sheila se cubrió los oídos, la culpa la carcomía por dentro, no era tarde para arrepentirse y salir a ayudarlo, pero si lo hacía estaría haciendo lo contrario, así que calló las voces de su mente que le pedían a gritos salvar a las personas que llamó amigos.

Se acercó al final del acantilado de rodillas y preparó una flecha.

Buscó con la mirada a Melisa y al no verla se llenó de miedo, Adira prometió no hacerle nada, bajó la flecha y se agachó, no iba a hacer nada hasta estar segura de que Melisa estaba a salvo.

Las raíces que estaban enterrando viva a Sheila la soltaron y atacaron al hombre, lo arrastraron hasta la pared del barranco y lo ataron allí, su cabeza quedó atrapado en la pared prohibiéndole respirar si no salía de ahí.

El agua que cubría el cuerpo de Connor se hizo a un lado y las raíces que lo sujetaban volvieron a la tierra.
Peter se dio vuelta y vio que Melisa y William se acercaban a los guerreros para ayudarlos.

-Mamá…- pronunció la voz sin fuerza de Azael. Peter se volteó a ver el lugar donde había dejado al niño y la nube seguía pero el chico estaba fuera de ella.

Se acercó a paso lento y cayó al lado de su cuerpo, Peter sabía que se tenía que apartar pero no encontraba el valor necesario para dejar a ese niño solo llorándole al cadáver de su madre.

-Fuiste tú- acusó mirando sus manos llenas de sangre.

-No, yo no…

Azael no lo escuchó y se abalanzó hacia él, ambos rodaron al escombro sujetándose del cuello del otro.

-Yo no la maté.

-¡No te creo!

Peter se teletransportó al templo y con él el niño, usando telequinesis lo separó de su cuerpo.

-¡Fue Adira, ella me estaba que nos teníamos que ir y Adira la mató!

-¡NO!- sus ojos se llenaron de lágrimas-. Fuiste tú.

-Dijo que salvara a alguien.

-Mentiroso- el niño abrió un portal y se fue.

Peter se teletransportó nuevamente y ahora habían cerca de diez hombres y mujeres peleando contra los guerreros y el profesor.

Una flecha pasó muy cerca de su cabeza y vio de donde fue lanzada. En el acantilado se encontraba Azael, pero él no lanzó la flecha, fue Lorena.

La chica estaba de pie y lo apuntaba con la flecha, el niño se acercó a la ojiazul y le susurró algo al oído, casi de inmediato Lorena bajó el arco.

A Peter no me importó que ella intentara matarlo, lo primero que pensó fue en Melisa, por eso la buscó entre las pocas personas que estaban peleando con sus elementos, cuando la vio usar una vara para defenderse de una mujer que peleaba de una misma manera se sintió un poco aliviado ya que estaba bien y no vería a Lorena.

Se tragó todo el coraje que sentía y fue a atacar a la bruja.

-Quiero que lo destruyas- le susurró Azael a la ojiazul-, pero no a él.

Lorena asintió y el brujo abrió un portal para reaparecer detrás de Adira y así ayudarla a acabar con esa guerrilla lo más pronto posible.

En el suelo habían varios cuerpos de desconocidos, más hombres que mujeres, no sabían su identidad, quizás ni ellos lo sabían, su mente fue corrompida por una bruja muy poderosa y dejaron este mundo sin saber quiénes eran.

Guerra de Elementos [#1]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora