XVI

50 8 6
                                    

Daenerys iba de camino hacia su cuarto, aún un tanto consternada por el estado de Felix. Se le había visto muy mal, tanto que sintió pena el haberlo abandonado. No supo cuál había sido su mejor opción, esperaba haber hecho lo correcto.

Durante su trayecto únicamente pensó en él, tanto que de un momento a otro se encontraba frente a Wooyoung y San, quienes mostraban la mejor actuación posible de no haberla estado acechando todo un rato.

Ambos militares fingieron sorpresa al verla a un frente suyo.

— Qué- ¿Cómo es que has salido de tu habitación? —le interrogó Woo con el entrecejo fruncido, casi dedicándole una mirada acusadora.

— Salí y no les vi por ningún lado. Los anduve buscando, incluso fui a las duchas. —respondió Daenerys inocentemente, mostrando incomprensión— ¿Dónde estaban?

Ella estaba intentando voltear la jugada, pero si tan solo supiera que ellos lo vieron todo. Se le caería la cara de la vergüenza.

— Nos ausentamos brevemente porque estábamos asegurándonos de que nuestros compañeros se encontraran vigilando sus perímetros. Usualmente lo hacemos. —contestó San como si nada.

Daenerys asiente lentamente con su cabeza.

— Ya veo... —musitó como si en verdad lo estuviera pensando.

— ¿Para qué nos buscarías? —inquirió Wooyoung con atrevimiento, su vista fijamente en la castaña.

La ojigris notó que era la primera vez que la trataba sin formalidades frente a alguien más. La extrañó, pero de igual forma sería absurdo que si ambos jóvenes se dirigían informalmente a ella, continúaran haciéndolo. De momento solo Wooyoung, San y Felix eran los únicos que tenían este privilegio.

— Oh... —Daenerys miró el piso por unos segundos— Recién recordaba que... ¡Pronto será el banquete de Lady Girvel  en Greed Island! Me acompañaran... ¿Cierto?  —miró con una sonrisita a sus dos escoltas.

— Seguro. Al menos que el Líder Supremo cambie de parecer. Estamos al tanto de sus indicaciones. —respondió San en un tono firme.

— Burradas... —resopló entredientes — Hablaré con él de no ser así. —se encoge de hombros y al poco tiempo un bostezo escapa por sus labios.—Nos vemos en unas horas... —con sueño ella se acerca hacia el acceso de su habitación, las puertas son abiertas por Wooyoung y San.

— Descansa, Daenerys. —soltó Woo, mirando la espalda de la mencionada.

— Que tengas dulces sueños. —le siguió San. Ella se voltea para dirigir les una sonrisa.

— Quisiera desearles lo mismo. Gracias. —las puertas se cierran y Daenerys al poco tiempo se adentra en su cama para dormir.

— Tsk. Mentirosilla. —gruñe San con cara de pocos amigos. Sabía que nadie más los escucharía, solo Wooyoung.— Encima, intenta de persuadirnos... —entrecierra sus ojos.

— ¿Que opinas sobre las palabras de Felix? —le interroga Wooyoung, omitiendo las quejas del bicolor.

— ¿No es obvio? —le ve con los labios fruncidos— Si no te apresuras, sin duda alguna ese pecoso le hará competencia a su futuro prometido.

La mandíbula de Wooyoung se tensa al presionar fuertemente sus dientes entre ellos.

— Él no debería formar parte de todo esto. —cerró sus ojos con fuerza.

— Huh, de hecho, es un milagro. —señaló San amargamente.

***

— ¿Dices que la policía real no pudo ver con lo que se enfrentaban? Mino, se claro y dime sin rodeos que es lo que está ocurriendo. —los ojos de Sehun miraron con detenimiento al General.

legacy; kpopWhere stories live. Discover now