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XVII

Daenerys permaneció insimismada en su lugar después de un rato en el que Sehun abandonó su despacho. Su hermano le había mencionado qué dejaría a ese tal Monster para resguardarla en la ausencia de la escolta de Wooyoung y San. Pero... ¿Dónde estaba esa cosa? ¿La habrá timado?

No muy segura, se levanta de su asiento y a paso lento y cauteloso se encamina hacia el acceso de su lugar. De repente se siente en el ambien un poco de frío, incluso suspenso. Tanto que, fue consciente de los latidos de su corazón. Quería ver eso que Sehun le había dicho que estaría protegiendola.

Sus dedos tocaron el pomo de la puerta con un toque de plumas, no quería hacer nada de ruido. Sus falanges comenzaron a temblar por aquel propósito. Estaba ansiosa.

Empujó suavemente la puerta, sin producir ruido alguno. Incluso, dejó de respirar para prestar atención a lo que sea que se encontrase a las afueras de esa habitación. Pestañeó un par de veces al encontrarse con una espalda. Había poca iluminación, tan pobre que ni siquiera podía distinguir los colores. Sigilosamente, extendió una mano hacia el hombro, dispuesta a llamar su atención y que lo que fuera que fuese, voltease a verla.

— ¿Qué estás haciendo? —inesperadamente suelta y se voltea velozmente, tomando por sorpresa a Daenerys y que está diera un grito del susto.

— Wooyoung... —habló sin aire, colocando una mano contra su pecho, a la altura de su corazón.— Tú... Qué haces... ¿No deberías estar con mi hermano? Creí que les diría que...

— Vamos a acompañarte al banquete de Lady Girvel. Lo sé. —a completó y relamió sus labios— Recién vengo de vuelta.

— Ah- —la boca de Daenerys permanece abierta— ¿Dónde está San? —lo buscó con la mirada.

— Parece ser que dicidio quedarse un rato con los demás.—respondio el bicolor no muy animado.

— ¿Los demás? ¡Oh! ¿Conociste a los demás chicos? ¿Qué te parecieron? Son lindos, ¿no crees? —sonrió la castaña con dulzura, pero al notar la expresión de desaprobación de Wooyoung en su rostro, esta se borró.— ¿Qué..? ¿No los has... Visto?

— No comparto los mismos pensamientos que tú. —él desvía su mirada de ella y su mandíbula se afloja ligeramente.

— ¿Por qué lo dices, Woo? Felix es-

— Felix. —pronuncia el militar con amargura, interrumpiendola— ¿Qué encuentras de interesante en alguien que no sabe ni siquiera lo que hizo unas trescientos sesenta y cinco vueltas al sol atrás? —devuelve su vista para mirar el entrecejo fruncido de Daenerys.

— Mucho. —contestó la castaña casi de golpe, sintiéndose algo enfadada por la energía que Wooyoung transmitía al expresarse de su amigo. — Su situación es triste, Woo. Un accidente lo ha hecho perder sus recuerdos.

El mencionado alza ambas de sus cejas sin mayor sorpresa.

— No es solamente su situación, Daenerys. ¿Sabes cuantos militares pasan por lo mismo ? Lamentablente ningún cadete está libre de un destino así. —explicó con razón este Wooyoung.

— Es cierto. —reconoció ella con aires reflexivos— Wah... —sonrié admirada— Siempre tienes la razón, Woo. Eres muy... Inteligente. —reconoció Daenerys casi con los ojos brillandole.— Por cierto, ¿no estás emocionado? ¡Mañana será una noche fuera de lo común! Debo admitir que, los platillos de las reuniones de Lady Girvel son un manjar... —ríe algo tímida— Siempre me dejan con mas apetito.

— Siendo honesto, me siento algo nervioso. Tengo un tiempo de no asistir a eventos como estos. —admitió el joven.

— Puedes tomarme de la mano si te llegases a sentir de esa forma. —le responde Daenerys con una inocente sonrisita, causando que Wooyoung le viera algo incrédulo.