XXIX

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— ¡Amonio! —fue lo primero que soltó esta Daenerys al encontrarse con la pequeña degustando de su desayuno. — ¿Cómo estás? —pregunta en un tono dulce, tomando asiento a un lado de la rubia, quien movía su cuchara en círculos por su puré de avena.

— Ahora estoy mejor... Aunque nunca estuve mal. —se encoge de brazos con un pequeño mohín en su rostro.

— Ah~ te entiendo. Una vez soñé que un hombre completamente desconocido tiraba de mi brazo, sumergiéndome en el estanque... quizá esté maldito.—comenta la castaña, inflando sus mejillas.

— No lo creo, en ningún momento sentí miedo. También... creo haberme encontrarme con un individuo en esa visión. —Amonio cierra sus ojos con serenidad y mete la cuchara a su boca, causando que sus palabras asombraran a Daenerys.

— Wah~ ¿¡También has visto algo... a alguien cuando caíste al agua!? ¿Cómo era ese ser? ¿Era un hombre? ¿Alto y...?

— Deja de hablar y mejor desayuna. —interrumpe la voz de Sehun antes de cualquier cosa.

Ambas chicas llevan su atención hasta el más alto.

— Siempre llegas en el peor momento. —escupe Daenerys molesta, realmente quería escuchar la respuesta de Amonio. —Estábamos teniendo una conversación de chicas y tú no estás invitado, Sehun.

— Créeme que no hay nada que yo no sepa. —le sonríe con afán de fastidiar a lo que Daenerys lo fulmina con la mirada.

— No quieras hacerte el interesante. —pone sus ojos en blanco y regresa su vista hasta Amonio. — No lo escuches, últimamente quiere llamar la atención.

— A mi me agrada Sehun. —comenta la niña, encogiéndose de hombros en su lugar. —Es... lindo.—susurra y sonríe para ella misma, sus mejillas se enrojecen.

— ¿Lindo? —Sehun ve triunfante a Daenerys — Por favor... Míralo, es un malcriado. Será que fuiste la afortunada de conocer ese lado, Amonio. —pica con el tenedor los frutos rojos de su batido.

— ¿Hah? Pero si él siempre habla de ti. Incluso con...

— Dejen de hablar como si yo no estuviera aquí. —Nuevamente Sehun intervine y esta vez toma asiento frente a ellas dos. —Es grosero.

— ¿!Quieres dejar de interrumpirla!? —le recrimina Daenerys a su hermano, quien finge no haber hecho algo extraño.—Eso si que es grosero y si no queremos incluirte en la conversación es porque vienes sobrando.

Sehun luce como un niño regañado y aquello lo nota está Amonio, lógicamente ella abogaría por él.

— A-Ahm... Sehun no ha dicho nada malo. Tan solo quiere estar con nosotras. —la rubia sonríe tímidamente en dirección del azabache, quien le devuelve el gesto algo enternecido.

— Bien... como sea. —Daenerys deja de verlos y presta atención a su plato de desayuno, luciendo desinteresada.

Sehun le dirige una mirada completamente suave a su hermana, quien luce concentrada en su alimento.

— ¿Después de desayunar quieres acompañarnos a dar una vuelta por el jardín? Hace tiempo que no voy y quiero ver las modificaciones que has hecho, sé que inviertes mucho de tu tiempo ahí...

La mirada de Daenerys se enciende y como por arte de magia olvida su enfado con Sehun. El jardín era de las pocas cosas que en verdad apasionaban a la ojigris. Daenerys regresa su mirada a su hermano.

— Está bien... solo porque quiero enseñarle unas cuantas flores a Amonio. —miente, la verdad es que si quería ver la reacción de Sehun.

[narra Daenerys]

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