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XXIII

Los ojos de Daenerys se entreabren por alguna extraña razón en algún momento de la noche.
Adormilada lleva su mirada hacia los pies de su cama.

Los rastros de sueño desaparecen en un santiamén.

Alguien estaba sentado en la orilla de su cama.

Daenerys se sobresalta y abre ampliamente sus ojos, intentado de esforzar su vista entre la poca iluminación en la habitación. Incluso viendo únicamente su espalda podía saber de quien se trataba sin falla alguna.

— Woo... Wooyoung. —pronuncia en un titubeo y apenas audible. Daenerys retira el edredón de encima de su cuerpo y se sienta en el colchón.

El mencionado gira a mirarla lentamente. Era él.

La castaña reacciona rápido y llega hasta el en medio gateo.

— ¿Qué..? ¿Cómo? Tú... —su labio inferior tiembla mientras sus ojos grises se llenan de lágrimas.

Wooyoung le sonríe cálidamente y acerca una mano para depositar una delicada caricia en la mejilla de Daenerys.

— Shh~ —sisea tranquilamente.

— No puedo, ¡te extraño! —rompiendo en llanto esta Daenerys lo abraza y esconde su rostro en el pecho del militar.

Wooyoung envuelve sus brazos alrededor del cuerpo de la princesa.

— Estoy siempre contigo, Daeny. —deposita un suave beso contra la coronilla de la mencionada, comenzando a acariciar su cabellera.

— ¿Esto es real? ¿Despertaste? —ella eleva su rostro para verlo con lágrimas en los ojos.

El bicolor la mira con pena.

— Aún no. —le contesta él sin pensarlo.— Pero lo haré pronto. Confía en mí, soy fuerte. —le sonríe con confianza a lo que Daenerys le sonríe distorsionadamente.

— Entonces... ¿Estoy soñando? —interroga con angustia y decepción.

Wooyoung luce pensativo.

— Algo así... Es como un sueño pero en verdad está ocurriendo. —Wooyoung se aparta un poco de Daenerys y sujeta una de sus manos para aproximarla a su rostro— Tócame.

La castaña acaricia y siente la suave textura de la piel del rostro de Wooyoung. Confirmando que definitivamente no era la misma sensación de estar en un sueño.

— Cuando despierte voy a recordar a la perfección todo lo que está ocurriendo ahora mismo.  —le informó con una pequeña sonrisa en su rostro, disfrutando de las caricias de Daenerys.

— ¿Cómo puedes hacerlo, Woo? —inquirió ella curiosa.

— Es una de las habilidades de mi energía espiritual. Ahora que estoy mejorando puedo dominarla como si estuviera despierto, por eso puedes verme ahora mismo. —deja ir un suspiro— También te escucho cuando vas a visitarme, he escuchado cada una de tus palabras desde el primer instante. —la mira fijamente y ella por alguna razón deja de tocar su rostro. Lentamente retira su mano— Me hubiera encantado haber estado consciente para poderte contestar propiamente. Te prometo que lo haré cuando despierte.

— No tienes que sentirte obligado en hacerlo, Woo... —Daenerys agacha su mirada, pero el militar la sujeta del mentón para obligar a que lo viera a los ojos.

— Quiero hacerlo. —le aclara firmemente, causando que el corazón de la joven se acelerara brutalmente.— Espérame un poco más.

— Lo haré... pero aún no te vayas. No me dejes... Pasa la noche conmigo. —le pide, aferrando sus dedos en los bordes de las mangas del atuendo de Wooyoung, quien permanece reflexivo.