XXVI

28 5 10
                                    

— Buenos días, Daenerys. —saluda San a la mencionada con una pequeña sonrisa en su rostro.

— ¿Cómo está Wooyoung, San? —fue lo primero que preguntó ella de forma angustiada al mirar a los ojos al bicolor.

— Bastante bien, como todo un guerrero. —le contesta él animadamente.

— Iré a verlo. No puedo esperar más...

— Irás después de desayunar. —la detiene a lo que ella niega con su cabeza.

— No. —suelta — Esperaba ansiosa por el sol naciente para poder ver lo más pronto posible a Woo. Desayunaré en cualquier otro momento, San.

— Daenerys, por favor. El Líder Supremo estará esperándote.—insiste él.

— No me importa. Que no me espere. —deja de mirar a San y retoma su camino en dirección al ala médico del palacio.

El más alto deja ir un suspiro rendido y se dispone a seguirla a paso silencioso.

***

— ¿Estás bien? —con ojos curiosos la de rizos rubios miraba a Sehun, quien permanecía quieto en su lugar del comedor.— Pareces una estatua desde que llegaste.

— Estoy esperando a mi hermana. —responde algo borde y con la vista perdida.

— No creo que venga. Ya ha pasado un tiempo desde que llegaste, incluso yo terminé de desayunar hace veinte minutos. —comenta Amonio sin captar lo que ocurría.

Sehun sabía que Daenerys no iba a acompañarlo.

— Está bien. De todas formas, no tengo hambre. —hace una mueca y retira la servilleta de sus piernas para después arrojarla sobre sus platillos y ponerse de pie en un movimiento algo lento.

Las orbes verdes de Amonio ven cada movimiento del más alto.

— ¿A dónde vas? —permanece quieta en su lugar, pero en ningún momento dejando de ver al azabache.

— Necesito conversar con un... conocido. Juega en el jardín, ¿si? —él la mira con una ceja arqueada a lo que la jovencita asiente con su cabeza.

— ¡Si!

Sehun sale del comedor y se encuentra de inmediato con su asistente personal.

— Quiero hablar con El ángel de la muerte. Cita a Jaebeom a mi despacho por favor, Beomgyu. —indica seriamente Sehun sin mirar a su sirviente a los ojos.

— ¿A qué se debe, Mi Señor? —el joven lo ve detenidamente.

— Dile que tenemos que hablar sobre... algo importante. —le informa y casi al instante pasa del él.— Ah y por favor cuida de Amonio, le dije que jugara en el jardín. —frenó cortamente para decir aquello último y después seguir con su camino.

— Sí, Mi Señor. —asiente con su cabeza y su subordinado se dispone a ir a cuidar de la rubia.

***

Daenerys pasa un paño húmedo con delicadeza por el rostro de Wooyoung, quien mantiene sus facciones completamente relajadas.

— Las cortadas de su rostro están curándose con mucha rapidez. —murmura la ojigris sin dejar de mirar la piel dañada del bicolor.

legacy; kpopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora