032.

5.6K 683 195
                                    

26 de diciembre, 1977━━━━━━━━━━━━━━━CHAPTER THIRTY TWO

Hoppsan! Denna bild följer inte våra riktliner för innehåll. Försök att ta bort den eller ladda upp en annan bild för att fortsätta.






26 de diciembre, 1977
━━━━━━━━━━━━━━━
CHAPTER THIRTY TWO







"I don't trust nobody and nobody trusts me
I'll be the actress starring in your bad dreams"












[nochebuena]

Stefano cerró la puerta de un golpe, oyendo los alaridos de su progenitor en la planta baja; el gusto metálico de la sangre escurría dentro de su boca, mientras rebuscaba con impotencia un pañuelo para no manchar su camisa. Había pasado la peor navidad del siglo, y saber que la única persona que podría mejorarlo, estaba lejos, solo empeoraba las cosas.

La familia Nott había dado la bienvenida a varias familias de magos -ultra- reconocidos en el mundo mágico, sobre todo, por tener cierta afinidad a las propuestas "políticas" que Riddle iniciaba. Por eso, cuando el hijo único de la familia se enteró, no dudó en arruinar la cena con sus típicos arrebatos de adolescente con traumas emocionales. Todos acabaron yéndose al finalizar la comida, y Stefano pudo respirar en paz; hasta que su padre se desquitó con él por su desvergüenza.

— ¡Frank! —La voz llorosa de su madre se sintió fuera de la habitación, y el adolescente comenzó a prestar atención. Si su padre intentaba golpear a su madre, todo se iría a la mierda, y no le importaba terminar en Azkaban. — No puedes echarlo, es tu hijo.

— ¡No es mi hijo! —Le devolvió el bramido. — Dejó de ser mi hijo el día que comenzó a comportarse como un maldito cobarde.

La puerta de madera color índigo se abrió de una patada revelando a su padre con el rostro completamente transformado a causa del enojo, y a su madre, llorando a unos pocos metros de él. — ¿Vienes a golpearme? —preguntó con sorna, alejando la tela de su labio.

Sin embargo, el hombre no respondió solo movió la varita por toda la habitación del adolescente, haciendo que sus posesiones comiencen a guardarse en una maleta sin fondo. — No quiero volverte a ver en mi casa.

— Mamá. — Stefano intentó mirar a su madre, pero la mujer tenía el rostro clavado en el piso.

— ¿Tan difícil era elegir el lado correcto? —Empujo la maleta hacia su hijo. — Estarás solo por el resto de tu vida. ¿Realmente crees que alguien va a amarte? Las únicas personas que toleramos tu presencia éramos nosotros, y mira como nos pagaste.

Stefano podía sentir una presión horrible en el pecho, y como poco a poco, los ojos comenzaban a picarle. — Te equivocas. —murmuró. — Hay alguien que me quiere, no me tolera, realmente me quiere.

— ¿Si? Espera a que descubras lo poca cosa que eres. — Pateó la maleta, logrando que cayera al piso. — Ahora vete, no quiero despertar y encontrarte aquí todavía.


[actualidad]


Minerva abrió sus ojos con sorpresa ante la presencia de Stefano fuera del castillo, y sin dudarlo, se acercó a él a pasos rápidos. — Querido, ¿qué estás haciendo aquí? —Hizo aparecer una manta, colocándola sobre sus hombros. — ¿Te encuentras bien? Estás congelado. —Tocó su frente con el dorso de la mano.

Ambos ingresaron al recinto, y Nott agradeció que no hubiera nadie observando. — Mi padre me echó de casa—respondió con vergüenza. — No sabía dónde ir, y decidí regresar aquí. — Corrió sus ojos ante la mirada maternal que Minerva le regaló. — Lo lamento.

La profesora de gafas cuadradas negó inmediatamente. — Hogwarts siempre será tu hogar. —Acarició su brazo—, jamás olvides eso. Además, tienes un obsequio aquí esperando por ti.

— ¿Recibí un regalo?

Minerva asintió, guiándolo hacia el enorme árbol de navidad que decoraba el comedor. — La señorita Evans no sabía dónde enviarlo, por eso, lo dejo aquí—comentó, sacándole una sonrisa a Stefano. — Me hizo prometer que lo cuidaría hasta que esté en tus manos. — Señaló el objeto desconocido con un envoltorio color verde. — Lo dejaré solo, y cuando esté listo, puede pedir el desayuno a los elfos.

Stefano abandonó la maleta a un costado, mientras se colocaba de rodillas frente al árbol de navidad; era la primera vez en años que recibía un obsequio. Sus dedos rasgaron el envoltorio, y una risita sincera se esfumó por sus labios.

"La primera vez que nos conocimos oficialmente, me dijiste que habías atrapado la Snitch Dorada a los veinte minutos del partido (arrogante), para ese tiempo yo aún no pertenecía al equipo, por lo tanto, tuve mis dudas respecto a la veracidad de tu historia. Pero, luego de hablar con Dumbledore, me dijo que era cierto, y me permitió obsequiarte esto.

Gracias por ser mi amigo.

Con amor, Augustine."

Leyó, para luego observar con sus propios ojos una hermosa Snitch Dorada, autografiada por su jugador favorito; una pequeña lágrima empezó a deslizarse por sus mejillas, dándole el pase libre a las demás; antes de que pueda notarlo, ya estaba llorando desconsoladamente. Sus dedos tocaron la pequeña bola brillante, y ésta automáticamente desplegó sus alas robándole una pequeña sonrisa entre lágrimas.



* * *




— Tenías razón. —August murmuró en dirección al heredero Black, mientras escuchaban de fondo las voces de sus amigos. — Peter está mintiendo.

— ¿Cómo lo sabes? —Sirius la miró unos segundos, para continuar arreglando su cabello frente al espejo.

August terminó de pintarse los labios antes de responder. — Según Peter, Stefano fue quien le contó a Emily sobre mis papeles de adopción. — El moreno frunció el ceño.

— Stefano odia a Emily.

— Peter está mintiendo, y Remus es demasiado ingenuo como para creerle todo lo que dice. — Rodó los ojos, pasando su uña por el borde de su labio inferior corrigiendo las imperfecciones—. Tuve que fingir consternación, para que no sospeche.

— ¿Has visto el brazo de Nott?

— Si, está vacío.

Algo que August había alcanzado a notar acerca de los seguidores de su padre, era un peculiar "tatuaje" en su antebrazo; demasiado visible como para ser tapado, y que, al estar conjurado, ningún tipo de maquillaje, o encantamiento, podría quitarlo. Era una forma (efectiva) que había encontrado Riddle para marcar a su ganado.

— ¿Qué haremos ahora? —Sirius la miró a los ojos.

— Obligarlo a que confiese. — Chasqueó su lengua. — Tarde o temprano romperá el silencio, siempre ha sido el más débil.

— ¿No crees que estamos siendo un poco duros? —preguntó con vergüenza.

— ¿Por qué mentiría? Peter está ocultando algo, y no quiero quedarme de brazos cruzados pensando que quizás sea solo mi imaginación. No quiero arrepentirme cuando sea demasiado tarde.

Black asintió, comprendiendo perfectamente lo que decía. — ¿Qué haremos con Remus? Comenzará a sospechar.

— Mi padre está reclutando hombres lobos—comentó intentando que su voz no tiemble. — Lo quiero lo más lejos posible de toda esta situación. No confío en Peter, y mucho menos, en lo que puede hacerle a Remus.

𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐑𝐔𝐎 ⸻ Remus Lupin.Där berättelser lever. Upptäck nu