2

4.2K 658 356
                                    



— ¡Jaemin! ¡Oye, escúchame!

— No quiero hablar contigo, Donghyuck, Haechan o como sea que te llames.

Dijo con molestia, tratando de llegar a su primera clase de los martes. Días atrás, luego de que se sintió como un idiota al darse cuenta de que el vampiro había estado tratando de usarle para llegar con su amigo, le había echado del lugar sin siquiera dejar que este le dijera algo. El castaño no había tratado de hablar nuevamente con él durante ese día pero durante los siguientes había estado siguiéndole por toda la universidad. Aquella mañana, tan solo unos minutos atrás, se lo encontró en la entrada esperando por él.

Trató de esquivarle y quizás fue tonto pensar que podría escapar del vampiro si caminaba más rápido pues casi en un parpadeo, este estaba frente a sus ojos y apenas pudo detenerse antes de que chocara contra él.

— En mi defensa, Haechan es como me llama mi familia.

— Pero dijiste ese apodo adrede para que no supiera quién eres. — Respondió un poco cansado en ese punto. —

— Cierto. — Dijo moviendo sus manos en pequeños gestos de que este tenía razón. —No voy a negar lo evidente. Y te debo una disculpa, totalmente cierto pero en mi defensa realmente no iba a hablar contigo después del primer día.

— Eso no mejora la situación...

Donghyuk apretó los labios para después suspirar, asintiendo suavemente con su cabeza. Los hombros de este cayeron suavemente, como si estuviera un poco derrotado en aquel momento.

— Tenía curiosidad. Te había visto junto a Mark y no supe quien eras. No somos tantos en nuestra sociedad como los humanos piensan y fácilmente conocemos a la gran mayoría. Sabía quién era Chenle pero tú, no supe de donde es que habías salido así que te busqué. Debo admitir que me sorprendí de que fueras humano, eso solo me hizo sentir más intrigado. Qué ni siquiera te vieras un poco nervioso o interesado por mi presencia solo logró que me interesara más. La mayoría de los humanos siempre parecen asustados o totalmente obsesionados con nosotros... aunque eso no viene al caso justo en este momento.

— Pudiste ser honesto. — Respondió ya un poco cansado.—

— Vuelves a tener razón pero sabía que te ibas a enojar. Y realmente no creí que Mark y Chenle fuera a molestarles tanto mi presencia. — En aquel instante, el rubio notó cierta decepción en la voz ajena y como es que este parecía querer estar ocultando aquello. — Creo que parecían listos como para apuñalarme ese día.

El castaño se movió suavemente para sentarse en una de las bancas. De pronto parecía estar bastante triste y no estaba seguro de si debía confiar o no en su forma de actuar. Ya lo había engañado una vez después de todo.

— Creí que si al menos llegaba contigo, se tomarían aunque fuera la molestia de tolerarme por unos minutos. — Suavemente se recostó en la banca y dejó que su cabeza se apoyara contra el muro. —

— Quizás porque estuviste acosando a Mark desde que se conocieron o porque no quiere verse envuelto en tus juegos.

Una triste sonrisa floreció en los labios del chico al escucharle, estaba mirando directamente hacia el techo del lugar como si no tuviera nada más interesante en aquel momento. Algo en sus ojos parecía estar bastante herido.

— No le he estado acosando. No es mi culpa si tenemos clases en conjunto y tampoco tendría una imagen tan mala de mí si por lo menos hablara conmigo ¿Te dijo como nos conocimos? — Jaemin negó con su cabeza como respuesta. — Fue bastante bobo, estábamos en una fiesta elegante y ridícula por el cumpleaños de un sujeto importante según no se quién. Un camarero tropezó y me tiró casi una charola entera de copas de vino encima. Estaba en medio de una rabieta a punto de llorar en el baño viendo mi camisa y el saco arruinados. Me quite ambas cosas para tratar de lavarla cuando él entró. Sobra decir que fue muy vergonzoso pero al menos trató de ayudarme. Me prestó su saco y luego de unos mil intentos, nos rendimos con la camisa. Usamos el secador de aire caliente de manos para secarla y me dejó llevar su saco el resto de la fiesta. Ni siquiera considere en presentarme debido a la vergüenza que sentía y se me pasó por alto. Estuvimos al menos cuatro horas hablando y coqueteando en la maldita fiesta hasta que uno de mis hermanos mayores vino por mí y Mark le reconoció. Solo allí se dio cuenta que era de "La problemática familia Lee" — Dijo haciendo comillas con sus dedos. — Casi se fue corriendo. Fue un poco hiriente que ni siquiera quisiera cruzar miradas conmigo después de aquello.

Bloody Drops || NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora