Bloody Drops || Nomin

34

No sabía si era el alcohol que estaba circulando por su sangre o si era un efecto de Jeno, pero estaba sintiéndose ligeramente mareado y sus piernas débiles mientras este le besaba. Tuvo que recostarse contra la pared para no caer y no le importó en lo más mínimo que el pelinegro le dejara acorralado contra la superficie.

Se dejó llevar, únicamente disfrutando de ese momento. De las cálidas manos sosteniendo su cintura y de su cuerpo pegado al suyo. Se sentía estúpidamente correcto, como si siempre hubiera tenido que ser de esa manera.

Sus brazos le rodearon por el cuello, queriendo pegarle un poco más a él aunque fuera en verdad imposible pero sentía que no le bastaba aquello. Incluso estuvo a punto de quejarse cuando Jeno cortó el beso pero, antes de que siquiera pudiera quejarse, un vergonzoso suspiro brotó de su boca cuando su labio inferior fue ligeramente mordido. Incluso pudo sentir los colmillos de este arañarle ligeramente sin llegar a hacerle daño.

— Tienes algo con las mordidas. — Dijo con la respiración ligeramente agitada a la vez que dejaba pequeños besos sobre la mandíbula de este. —

— Cualquiera de mi raza lo tiene.

Jaemin imitó de forma boba lo que este estaba diciendo antes de acomodar su cabeza contra su hombro, descansando su cuerpo y mente un poco. Se sentía realmente débil. Y no era algo meramente físico, sino que emocionalmente fue extenuante. Cerró sus ojos cuando una de las manos ajenas comenzó a acariciar su espalda con delicadeza.

— Nana... — El rubio sonrió ante aquel apodo, encontrándolo extrañamente adorable. — También necesito una respuesta clara.

— No puedo negar que aún hay cosas que me generan miedo o incomodidad... — Admitió en voz baja antes de alejarse tan solo un poco para verlo. Eran apenas milímetros de distancia, sus narices casi rozándose entre ellas. — Pero no quiero perder esto. En lo absoluto. — Pegó su frente contra la de este, cerrando sus ojos. — Sólo no sueltes mi mano ¿Está bien? Tendré que ir sobrellevando todo despacio pero prometo tratar de no perder la cabeza y no huir de nuevo cuando me sienta agobiado. Solamente avísame, con mucha calma, si hay alguna otra cosa loca a la que tenga que hacerle frente luego.

— Es una promesa.

Abrió sus ojos solamente para notar como es que Jeno mantenía una genuina sonrisa en sus labios. Le fue imposible no imitarlo y soltar una tonta risilla antes de besarlo nuevamente.

Se mantuvieron de esa misma manera por unos minutos. Entre pequeños besos y algunos comentarios sin mucho sentido dichos entre ellos. Era agradable y, si no hubieran tenido el sonido de la música revoltosa aún llenando el sitio, hubiera sido totalmente perfecto.

— Deberíamos entrar de nuevo. — Escuchó las palabras que Jeno le decía mientras parecía casi acariciar su mejilla con su nariz. Le resultaba divertido y adorable en partes iguales. —

— Estás incómodo dentro. — Jaemin le recordó, entrelazando sus manos con cuidado. —

— Viniste hasta aquí para poder pasar algo de tiempo con tus amigos.

— Estoy seguro de que ellos pueden arreglárselas sin mí. — Hizo una pequeña mueca, volviendo a recargar su cabeza contra este. No quería moverse demasiado. —

— Puede ser... pero yo he dejado demasiado tiempo sin supervisión a Haechan... y Yang Yang se ha agregado como otra responsabilidad. Chittaphon me va a matar si algo le pasa a su hermanito. — Este pareció reírse. — Esos dos en conjunto van a matarme.

No pudo evitar reírse, estando totalmente de acuerdo con ello. Dejó un nuevo beso sobre sus labios antes de que este finalmente se alejara de él. Sin embargo, se negaba a separarse del todo y Jeno parecía estar en sincronía, volviendo a abrazarle por los hombros antes de que le llevara hasta la puerta.