Bloody Drops || Nomin

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Apenas estaba terminando de ponerse la camisa cuando su teléfono sonó nuevamente. Su cabello goteaba ligeramente sobre sus hombros pero no le importaba demasiado. No había tenido tiempo suficiente de arreglarse y, honestamente, prefería simplemente pasar desapercibido entre las personas. No iba en busca de algo en particular esa noche. Sobre todo porque ni siquiera sabía a donde es que estaba por ser arrastrado.

Se despidió de sus padres rápidamente y escuchó a su madre pedirle que tuviera cuidado además de que regresara temprano a casa. Prometió hacer el intento, con Haechan no estaba seguro de que eso fuera posible.

Al salir, vio el taxi esperando por él y levantó una de sus cejas curioso por ello. El castaño le saludaba con una pequeña sonrisa desde el asiento de atrás.

— ¿Puedo saber por qué no debía de comentarle esto a tu hermano y por qué de repente quieres ir a un sitio de humanos?

Una pequeña sonrisa apareció en los labios ajenos cuando le escuchó y a su vez notó al conductor tensarse al saber que era un vampiro.

— Jeno y mis hermanos dicen que no es bueno meterse en esos ambientes porque no podemos saber si hay alguien escondido entre ellos. Son unas mierdas sobreprotectoras y yo necesito un respiro.

No parecía demasiado dispuesto a seguir hablando en el vehículo, simplemente le pidió al conductor que siguiera con su camino.

No tardaron demasiado en adentrarse en calles mucho más concurridas y, en apenas un parpadeo, estaban frente a un bar bastante concurrido. Se arrepintió por un momento de no haberse arreglado aunque fuera un poco más, al menos secar su cabello y peinarlo de forma adecuada. Suspirando y relamiendo sus labios, se bajó del auto luego de que Haechan hubiera pagado el viaje.

No preguntó cómo es que pasaron tan rápido ni cómo es que tenían ya una mesa lista para ellos cuando el sitio parecía totalmente repleto. Prefirió tomarlo con tanta naturalidad como fuera posible y optó por ir a sentarse contra la pared de la mesa que estaba al fondo del bar. Las tenues luces apenas le dejaban ver bien y la música estaba quizás demasiado fuerte. Los meseros se movían alterados y rápidos entre las personas tratando de llevar todas las ordenes a tiempo.

Trató duramente de mantenerse tranquilo, los nervios queriendo hacer que perdiera su cabeza y haciéndole recordar constantemente el accidente en el club del mayor de los Lee. Allí no había vampiros más que Haechan, tendría que estar genuinamente seguro.

O al menos es lo que estaba repitiéndose constantemente en su cabeza para no enloquecer.

Vio cómo es que el castaño pedía unas cervezas junto a una enorme orden de papas fritas mientras que él por su parte golpeaba suavemente sus dedos contra la madera de la mesa. Haechan sonreía observando a los lados, como un niño demasiado emocionado por una travesura que estuviera haciendo. Sin embargo, algo en sus ojos no iba de acuerdo a su estado de ánimo.

— Estoy esperando saber la historia completa. — Le dijo en un tono serio. Necesitaba saber la razón por la cual había sido sacado de su casa y esperaba que fuera buena como para poder justificar el estrés que estaba pasando. —

Haechan hizo una pequeña mueca, jugando con un brazalete en su muñeca de forma nerviosa. Parecía un poco inquieto.

— ¿De verdad quieres saber? Es una tontería en realidad. — Pareció reírse de sus propias palabras. — Jeno ha sido un idiota y les ha dicho a nuestros padres que cree que no estoy listo como para poder salir por mi propia cuenta. Que no estoy listo. — Rodó sus ojos con molestia.- Que fue muy precipitado de su parte lo que hicieron. El resto de mi familia estuvo de acuerdo y me trataron como si fuera apenas un niño.