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Su madre siempre le había enseñado que debía de ser educado y agradecido con las personas, sólo por ello estaba haciendo un esfuerzo titánico en poder seguir el hilo de la conversación que Jaehyun estaba teniendo con él. De verdad que lo deseaba pero una parte de su cerebro estaba realmente apagada y la parte que aún funcionaba se encontraba un par de pisos arriba donde Yang Yang aún no había despertado.

Habían terminado la cena, al menos algunos de ellos pues no todos habían comido algo. Jaehyun y él devoraron la pasta rápidamente. Hyori había permanecido sentada elegantemente en la punta de la mesa tomando una copa de un vino que llamó especial, su esposo estaba en la silla más próxima a ella, compartiendo de la botella. Ten apenas había probado bocado, pasando más tiempo revolviendo su plato y asintiendo ante las continúas preguntas de Taeyong sobre si se encontraba bien. Taemin era de los pocos comiendo mientras que Ji Eun le explicaba algún diseño en su libreta. Jeno, Doyoung y Haechan no parecían realmente tener hambre pero igualmente daban un par de bocados a sus platos.

Once personas sentadas en la mesa. No había un orden en particular, las voces se mezclaban entre ellas y le resultaba un poco confuso pero todos parecían estar realmente acostumbrados a ello. Se sentía genuinamente fuera de lugar, poniéndole incómodo. Era extraño pues el ambiente era familiar, no difería demasiado a algunas reuniones familiares que recuerda de su infancia pero algo flotando en el aire le recordaba que nada era lo mismo.

Quizás era el temor de las pocas empleadas cada vez que entraban al salón y la fría mirada de Hyori sobre ellas. También podría decirse sobre el contenido de las copas llenas de vino que sabía bien tenía algún ingrediente extra. Imposible el ignorar tampoco la sensación de que siempre tenía al menos un par de ojos sobre él. Por más que buscara discretamente entre los presentes, realmente no encontraba a la persona que estuviera tan interesada en él.

No le gustaba ser el centro de atención de alguien en una casa como esa.

Por suerte el sentimiento desapareció en cuanto todos parecieron ligeramente satisfechos. Los primeros en retirarse fueron los padres de los Lee, diciendo que tenían asuntos de los cuales encargarse antes de salir de la casa. Ji Eun les siguió murmurando algo sobre su nueva colección. Ten y Taeyong fueron a ver si Yang Yang despertó. Taemin masculló algo sobre cambiarse para ir a su club antes de dejarles. Con solo cinco personas, el ambiente se sentía mucho menos tenso.

— Es intimidante al comienzo pero con el tiempo te acostumbras. — Jaehyun habló con calma, sonriéndole a Jaemin y mostrando los hoyuelos en su rostro. — Es algo instintivo el sentirte inseguro. La parte primitiva de tu cerebro reconoce que estás en un lugar con depredadores. Incluso, después de muchos años, algunas veces mi mente me juega en contra en las noches cuando escucho que caminan por los pasillos a oscuras.

Jaehyun había hablado en un tono relajado y casi risueño, siendo acompañado por el resto de los presentes quienes no perdieron el tiempo para comentar algunas anécdotas sobre cómo este había estado aterrado en algunos momentos. Era divertido pero la mente de Jaemin se detuvo en otra parte.

— ¿Años? — Preguntó suavemente, causando que Jaehyun le mirara con un brillo particular en su mirada. —

— ¿Cuál crees que es mi edad, Jaemin?

Observó detenidamente el rostro de este por unos momentos. No parecía que fuera mucho mayor que él. Un par de años. Quizás rozando en sus treinta si es que puso especial empeño en verse joven. Sabía bien que este era humano, así que hizo un cálculo rápido.

— Asumo que entre veinticinco y treinta años.

Observó cómo es que el resto de los presentes sonreía de manera casi cómplice, haciéndole preguntarse sobre si su respuesta había Sido tan mala.

Bloody Drops || NominWhere stories live. Discover now