Escuela de Villanos [3]: Año de descubrimientos

Capítulo 9: ¡Rodeados de enemigos!

Katy, Dizum, Flux y Tad caminaban por el bosque buscando atentamente algún indicio de una bola de cristal. O al menos Katy y Dizum lo hacían atentamente, porque Flux y Tad iban conversando sobre películas, videojuegos y las cosas que habían hecho en las vacaciones.

—Tenemos que volver a jugar ese juego apenas podamos –comentaba Flux, mientras se reía.

—¡Sí! Lo tengo en mi habitación, probablemente podamos jugarlo en cuanto terminemos esta prueba.

—Chicos –se frenó en seco Katy—, no solo no se están tomando esta prueba en serio, sino que están haciendo que yo me desconcentre.

—Ay perdón –comentó Flux sarcásticamente—, no sabía que estabas concentrada, tu cara de amargada y tu cara de concentración son prácticamente lo mismo.

—Da igual eso –replicó Katy—, ¿quieren dejar de hablar de estupideces y concentrarse? Esta prueba es nuestro pase a la última prueba.

—Estoy seguro de que si estuvieras con alguna de tus amigas también estarías hablando y feliz de estar en la misma prueba que ella –le contestó Flux.

—Pues sí, pero también prestaría atención, porque a mí sí me importa ganar.

Flux iba a responderle algo más, pero Tad interrumpió:

—Katy tiene razón, debemos concentrarnos.

Flux le echó una mirada de traición a Tad, ¿cómo podía haberle dado la razón a Katy? Pero no dijo nada más. Buscaron un rato en silencio, hasta que nuevamente Tad recordó algo que quería comentar con Flux y volvieron a conversar y a reír. Katy puso los ojos en blanco.

—Ya sé cuál película de monstruos podemos ver cuando terminemos esta prueba –comentó Flux— Godzilla contra King Kong.

—Oh, lo siento, ya la vi con Stacey.

—¿Qué? –Flux estaba indignado—. Ni siquiera es el tipo de películas que le gustan a ella, ¿por qué la viste? ¡Teníamos que verla juntos!

Katy se rió bajito, Flux parecía celoso y eso le hizo gracia.

—Bueno, fue una tarde que no sabíamos qué hacer, la vimos con mis hermanos.

—¡La viste con tus hermanos y Stacey! ¡Y no conmigo!

—Ya pasó, podemos ver otra. ¿Cómo van las cosas entre tú y Kiara?

Flux resopló.

—Está enojada porque no le conté sobre la excursión al territorio seyren.

—Yo creo que Kiara está justificada. ¿En serio no le contaste ni un poquito? –intervino Katy, viendo su oportunidad para también divertirse un poco—. Se estuvieron viendo en algunas citas, asumo, en las vacaciones, y ¿¿no le contaste nada de nada??

—Bueno, se suponía que era secreto –se defendió Flux.

—Ay, Flux, ¿no aprendiste nada de nuestra relación? –comentó burlesca Katy—. Se supone que si ibas a tener otra pareja tendrías que haber madurado un poco.

A Flux le salió una llamita de las manos y maldijo por dentro, pensaba que eso ya lo tenía controlado, al parecer no.

—¡¿Y tú?! –le gritó— ¿Qué aprendiste, Katy? –Ella no estaba ayudando, solamente lo estaba poniendo nervioso, debía dejar de pensar que era su amiga, no lo era, solo era su ex.

—Ya ya –intervino Tad, conciliador—, lo hecho, hecho está. Lo que debes hacer ahora es disculparte con Kiara, y ya.

—Flux no sabe pedir perdón, ese es su problema –se rió Katy.