Capítulo 11: Clones en el bosque

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Rain, Zed y Stacey continuaron buscando, no habían podido encontrar a Wany para recuperar la bola de cristal que les había robado. Seguir su rastro era imposible. Zed llegaba hasta cierto punto y el aroma se perdía, probablemente porque Wany había usado su teletransportación.

—Tienes que rastrear a Trap o a Kiara –argumentó Rain—, ellos no se estarán teletransportando, y seguro que Wany dejó nuestra bola con sus compañeros.

—De acuerdo –le respondió el chico canino. Comenzaba a cansarse, debía concentrarse mucho para rastrear un aroma solo con su memoria olfativa, sin una muestra que oler cada tanto. Encima, ese bosque estaba bastante lleno del aroma de todos sus compañeros. Pero lo intentó de todas formas, Rain y Stacey contaban con él. Además, tenía que ganar estas pruebas, por Alonso, por Dori y por todo lo que hicieron por él.

En un momento, sintió el olor inconfundible de Laly, ese sí que era un olor que no necesitaría ninguna muestra para recordarlo perfectamente y poder seguir su rastro. Algo dentro de él quiso seguir por ese camino, pero se contuvo, no quería llevar a Rain y a Stacey hacia donde Laly y sus compañeros estaban, probablemente hacia un enfrentamiento para conseguir bolas de cristal.

Encontrar un rastro de Trap o de Kiara le tomó toda la tarde, pero finalmente lo logró.

—Por aquí –les dijo a sus compañeros.

Stacey y Rain siguieron a Zed entre arbustos, ramas, troncos caídos, piedras, varios gruesos troncos y tierra mojada, hasta que llegaron al escondite de sus oponentes: una pequeña región camuflada con hojas sostenidas por cristales.

—Wow –reconoció Stacey—, cuánta creatividad.

—Venimos por nuestra bola de cristal –los señaló Rain, acusador.

—¿Cuál? ¿La que Flux rompió? ¿O la que Tad se robó? –les respondió Kiara, molesta, convirtiendo sus dos brazos en filosos cristales, lista para luchar si sus "enemigos" daban un paso en falso. Sabía que Trap no tendría energía para meterlos a los tres en una ilusión, Wany se estaba teletransportando a lugares al azar, por lo que todo estaba en sus manos.

—¿Perdieron la bola que nos robaron a nosotros? –se enojó Stacey.

—¿Y entonces que es eso? –Zed señaló algo redondo escondido bajo unos paños.

—Ah... eso... —Kiara vio su oportunidad, tomó el objeto, aun envuelto, ¡y lo arrojó lo más fuerte que pudo!— ¡Atrápalo, cachorro!

—¡Estás loca! –le gritó Rain, justo antes de salir corriendo tras Zed para atrapar la bola de cristal sana y salva. Stacey corrió también detrás de sus compañeros, y Kiara y Trap aprovecharon el momento para fortalecer aún más su improvisada guarida.

Zed corrió en cuatro patas y saltó ágilmente para atrapar la bola, la sostuvo en el aire contra su pecho y se aseguró de aterrizar de espaldas para no dañarla. Pero su decepción fue enorme cuando le quitó los paños.

—¡Buena atrapada! –reconoció Rain, que estaba llegando junto a él.

—Es falsa –se lamentó Zed, descubriendo una esfera imperfecta y además de color rosada. Estaba hecha de cristales de Kiara.

***

Kiara y Trap, ahora mejor resguardados, los espiaban desde un orificio entre los cristales mientras se reían.

—Bueno, creo que no era muy creíble, se dieron cuenta apenas la vieron –comentó Kiara.

—Ey, al menos sirvió para alejarlos de aquí –se rió Trap.

Escuela de Villanos [3]: Año de descubrimientosWhere stories live. Discover now