Escuela de Villanos [3]: Año de descubrimientos

Capítulo 19: Abrir los ojos

El día recién comenzaba, Amanda se dirigía al comedor para recibir su desayuno, cuando una brisa hizo volar sus cabellos. Esa situación hizo que Amanda rodara sus ojos.

—¡Ey, Amanda! –Twister apareció a su lado.

—Vuélate.

—Qué mal humor –Twister revoloteó un poco y volvió a corporizarse frente a ella—, ¿no te cansa?

—Tú me cansas.

—Dime, ¿quieres desayunar conmigo?

—Quiero que me dejes en paz. –Amanda intentó seguir caminando, pero Twister volvió a interponérsele.

—¿Sabes? No te entiendo, primero me involucras en tu plan malvado con Killcide, y después no me quieres cerca.

Amanda levantó una ceja.

—Yo no te involucré. Tú te invitaste solo.

Twister dejó escapar una risita seductora.

—Nunca vas a admitir que soy irresistible y que por eso me invitaste, ya lo sé.

Amanda simplemente suspiró. Le molestaba de sobremanera no poder ahorcarlo con sus poderes telequinéticos, pero sabía que sería un desperdicio de energía, pues Twister se transformaría en aire y continuaría hostigándola. Decidió entonces ignorarlo, quizá eso tuviera más efecto.

Y, de hecho, después de caminar junto a Amanda en silencio unos minutos, Twister se aburrió.

—Bueno, me voy, alguien más querrá desayunar conmigo.

—Bien.

***

Twister entró en el comedor y divisó a su amiga Jenny en la fila, voló hacia ella.

—¡Hola, Jenny!

—¡Oh! ¡Hola Twister! –Jenny se acomodó el cabello rubio mientras servía su desayuno en su bandeja para ir a sentarse.

—Vengo a felicitarte por tu combate en el que me ganaste, wow, definitivamente eres mucho mejor que yo sin poderes. Me preguntaba si quisieras desayunar conmigo.

—Claro, voy a desayunar con los seyrens. Puedes unirte si quieres.

—Me refería a solas, en una mesa para dos. Estoy seguro de que tenemos mucho de qué hablar.

—Ah, no puedo –Jenny le sonrió amablemente—, ya quedé en almorzar con los chicos.

Twister arrugó el entrecejo.

—Jenny, tú puedes duplicarte. –Twister se cruzó de brazos.

—Emmm, sí, pero... mira, ya tuve suficiente de los villanos, siempre me han roto el corazón, quiero aspirar a algo nuevo, a algo más sexy.

Ahora Twister levantó una ceja.

—¿Qué? ¿Acaso puede haber algo más sexy que un villano?

Jenny asintió, con un suspiro.

—Un seyren por ejemplo

—¿No que te gustaba tu profesor de combates? ¿Él es villano?

Jenny se rió cantarinamente.

—Ay, Twist –le golpeó un hombro, juguetona—, eso es un amor platónico.

Smoke, que estaba volando en forma de humo, se corporizó inmediatamente junto a ellos.

—¡Ey! –Twister exclamó asustado—. ¡Eso no se hace! No te aparezcas así a la gente, vas a matarlos de un susto.

Jenny rió.