Capítulo 2: ¿Cuál es el plan?

22 5 0
                                    

Smoke entró en forma de humo a las habitaciones femeninas, Laly iba con él, para indicarle sutilmente dónde estaba la habitación de Amanda. Si fuera por ella rompería la puerta de una patada, pero Smoke podía pasar más desapercibido y quizás por ahora era mejor de esa forma.

Smoke pasó como humo por debajo de la puerta y se corporizó una vez adentro. Wow, la habitación de Amanda tenía una televisión enorme, cortinas de seda, un tocador para maquillarse y muebles de lujo, una hermosa alfombra en el suelo y todo armonizando en lindos colores pasteles.

—Esto contrasta mucho con la personalidad de su dueña –comentó—, está muy lindo todo esto.

Buscó entre sus muebles y apuntes, tenía que haber algo, una pista de a dónde había ido. Revisó los cajones de su escritorio. Le llamó la atención encontrar un portarretratos, tenía el vidrio roto y la fotografía mostraba a una pequeña Amanda junto a una pareja de adultos, probablemente sus padres. ¿Por qué lo había guardado en el cajón? Smoke hizo una mueca, ¿padres abandónicos, quizá? Podía identificarse con eso. Volvió a guardar con delicadeza el portarretrato donde lo encontró, siguió buscando en otros cajones hasta que, ¡Ajá! ¡Un diario íntimo! Amanda tenía un cuaderno cerrado con candado, ¡seguramente ahí estaban todos sus secretos! Pero, ¿cómo lo abría?

Para su sorpresa, la puerta de la habitación de Amanda se abrió de repente, sin darle tiempo a volverse humo, y Talia, la profesora de Defensa, estaba ahí, junto con otros profesores y asistentes.

—¿Smoke? –preguntó la profesora.

—¡Profesora! –exclamó él—. No es lo que parece –soltó el diario de Amanda sobre la cama—, yo estaba paseando en forma de humo, ¿no? Y terminé aquí, no sé cómo pasó.

La expresión de Talia delataba que no le había creído ni una palabra.

—¿Qué encontraste? –le preguntó.

—Este diario.

—Perfecto –respondió ella, y con una señal, un grupo de asistentes y profesores que la seguía entraron también a la habitación para revisarla—. Gracias, Smoke. Ya puedes retirarte.

***

En el pasillo de las habitaciones femeninas, muy cerca de la habitación de Amanda, Laly estaba observando todo y vio salir a Smoke.

—¡Smoke! –le susurró para que viniera con ella—. Parece que los profesores tuvieron la misma idea. ¿Encontraste algo?

—Solo el diario, pero se lo llevaron.

—Rayos, tendremos que buscar la forma de averiguar qué decía.

—Haciéndome humo puedo volver a robarlo –Smoke parecía emocionado con la misión—. O quizás Tad, ¡o Wany! Ellos pueden ser más discretos que el humo.

—Wany sigue recuperándose del LIS de Stacey de la Quinta Prueba –le contó Laly—, junto con Kiara y Trap, quizás sea mejor ir a ver si Tad se recuperó de su desmayo.

—Wany sigue recuperándose del LIS de Stacey de la Quinta Prueba –le contó Laly—, junto con Kiara y Trap, quizás sea mejor ir a ver si Tad se recuperó de su desmayo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Tad estaba en un fondo oscuro y neblinoso.

—"No, no de nuevo" –pensó.

—Cada vez estamos más cerca –escuchó una voz grave, profunda, fantasmagórica, irreal.

Entonces, despertó. Se encontraba en la enfermería. Suspiró hondo, algo no estaba bien con sus sueños ni con sus meditaciones, quizá ya era hora de que buscara ayuda. Pero eso sería para después, había algo más urgente ahora: ¡Killcide se había llevado a su novia! Rescatarla era su prioridad.

Se levantó muy seguro de sí mismo y encaminó hacia la salida, pero en el camino vio, a través de una ventana, a Flux y a Katy descansando muy heridos en una sala. Entró preocupado, ¿cuántas cosas malas habían pasado mientras él estaba a salvo en la biblioteca?

Tad se sentó junto a él, Katy descansaba en la camilla de al lado.

—Flux –le habló despacio—, amigo, ¿cómo estás? –Bajó la mirada—. Siento no haber podido ayudar...

—¿Tad? –Flux abrió sus ojos anaranjados con lentitud.

—¡Flux! ¡Amigo! –Tad no pudo contenerse y lo abrazó—. ¡Qué bueno que estás bien! ¿Qué pasó?

—Killcide y su compañero nuevo –contó Flux, le costaba hablar, había perdido mucha energía— estaban atacando a los chicos, Frost y Dafs estaban ahí, creo que Zed y Katy también. Creo que se los llevó –le contó—, a todos ellos.

—Y a Stacey también –murmuró Tad, apretando los puños—, ese maldito. Iré por ellos.

—¿Qué? ¿Sin mí?

Tad lo miró unos segundos.

—¿Es en serio? –le preguntó—. Mírate, necesitas reponerte.

—Bueno, es cierto –admitió Flux—, pero ni siquiera sabes a dónde fue Killcide, y Dean copia poderes, ¿qué vas a hacer solo?

Justo entonces, Smoke interrumpió la conversación, corporizándose junto a ellos.

—¡Tad! –le dijo—. Te necesitamos, los profesores se han llevado el diario íntimo de Amanda, ahí debe haber información sobre a dónde fue Killcide con los chicos.

—¡Oh! Creo que puedo ir a echar un vistazo a eso, ¡vamos, Smoke!

Antes de retirarse corriendo junto a Smoke, Tad se volvió hacia Flux.

—No te preocupes, estaré bien y traeremos a los chicos de regreso, tú recupérate.

—¡No, Tad!

—¿Planean irse sin nosotros? –Katy, desde la otra camilla, había hablado débilmente.

—Eso parece –comentó Flux—, pero no pienso quedarme de brazos cruzados, debe haber algo que podamos hacer.

—Y cuando nos recuperemos, vamos a ir de refuerzos –aseguró Katy, con convicción—. Ese maldito tiene a mi mejor amiga.

Flux asintió. Killcide y Dean eran claramente peligrosos. Pero había algo. Al parecer Dean no había podido copiar sus poderes ni los de Frost en cuanto él llegó a la pelea. Eso era interesante.

***

Tad entró en modo invisible a la oficina de la profesora Talia, donde ella y otros profesores revisaban la evidencia que habían encontrado en las habitaciones de los alumnos que se habían ido con Killcide.

—Lo más interesante es el diario de Amanda –declaró Talia, la estrella de su frente brillaba enérgica—, miren esto –procedió a leer en voz alta—: "Mi familia no entiende, Zed no entiende. Nadie entiende. Nadie nunca me felicitó por mis logros. Nadie se preocupó por mí. Killcide sí, Killcide sabe lo que necesito. Killcide me entrenó en las vacaciones. De verdad espero que su plan funcione. Tiene sentido. Cambiar el mundo para bien, dejar de lado al Concejo de Villanos, volverlo obsoleto, como es en realidad, que todo el mundo lo vea, el Concejo y todas las normas estúpidas. Que cada uno pueda crecer a su manera."

—Pobre niña –comentó Talia.

—¿Atacarán al Concejo? –preguntó un asistente.

—Eso parece, será mejor alertarlos. –Talia se dirigió al teléfono para llamar al Concejo.

Tad había escuchado suficiente. Seguramente Killcide estaba camino al Concejo de Villanos, allí estaba llevando a su novia y a sus amigos. Tenía que rescatarlos, tenía que hacer algo. Sabía que los profesores no le permitirían ayudarlos y los obligarían a quedarse en la escuela sin hacer nada más que muriéndose de angustia porque su novia y sus amigos estaban secuestrados. Habían podido rescatar a Freeze de los seyrens, podrían con esto. Necesitaría reunir un buen equipo, como el de las vacaciones. 

Escuela de Villanos [3]: Año de descubrimientosWhere stories live. Discover now