Capítulo 18: Lo que he hecho

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Kiara, Trap, Wany y Zed se encontraban en la enfermería. Apenas había terminado la Quinta Prueba, los habían internado allí. Los médicos y enfermeros habían trabajado todo ese día y toda la noche, y continuaban haciéndolo durante el día siguiente. Un LIS era cosa seria, estos chicos no habrían sobrevivido si no los hubieran llevado a tiempo a la enfermería. Stacey también estaba allí, exhausta, pero ayudando. Se sentía terriblemente culpable, era su culpa, era todo su culpa. Si no tuviera esos malditos poderes negativos, si no los hubiera usado así en ellos... Jamás volvería a usarlos, no estaba lista, claramente no tenía control.

Flux estaba sentado junto a Kiara, muy preocupado por ella. Le tomaba la mano y le acariciaba algunos mechones rosados de tanto en tanto.

—Ey, Flux –Tad apareció a su lado y le tocó el hombro—, ya has estado mucho tiempo aquí...

—¿Qué te importa? –Flux se apartó del contacto de su amigo—. ¡Me dejaste congelado en el bosque!

—¡Ey! ¡Pero ganamos! ¡Tenemos que celebrar!

—Da igual –Flux apartó la mirada y volvió a mirar a Kiara—, puedo entender un abandono de persona de parte de Katy, ¿pero de ti?

—¿Qué querías que hiciera? ¿Qué te cargara hasta la torre? ¡No íbamos a llegar a tiempo!

—Lárgate, no quiero escuchar tus excusas.

—Pues deberías, malhumorado –Tad lo acusó señalándolo con el dedo índice—. Además, ya se te acabó el tiempo de visita, Laly está esperando hace rato que te vayas para poder entrar ella a ver a Zed.

—Que siga esperando.

El chico fantasma bufó.

—Mira, haz lo que quieras, ya van a venir los enfermeros a pedirte que te vayas o te voy a tener que sacar yo mismo.

Flux puso los ojos en blanco.

—Bueno, está bien, me voy, me voy... —miró una vez más a su novia, se veía mejor que en cuanto llegó a la enfermería, sus mejillas comenzaban a tomar color—. Adiós, Kiara –le susurró—. Te espero afuera, vas a mejorar pronto, yo sé que eres fuerte.

Flux comenzó a caminar hacia la salida, Tad tenía razón en algo y era en que no era justo dejar a Laly preocupada esperando afuera, también tenía derecho a visitar a los heridos y en la enfermería solo permitían una visita a la vez. Claro que nadie sabía que Tad estaba adentro, él se hacía invisible, maldito afortunado, sus poderes eran los mejores.

Tad miró cómo se alejaba Flux, su amigo tenía un temperamento horrible a veces, y era un exagerado, ¡habían ganado! Qué importaba que él se hubiera quedado congelado en el bosque. Bah, seguramente ya se le pasaría. Se acercó a Stacey, su novia no había dormido en todo este tiempo, llevaba dos días sin dormir, preocupada como estaba por los compañeros. Se encontraba ahora sentada en una pequeña silla, sin dejar de intercalar su mirada entre los cuatro caídos.

—Se pondrán bien –le susurró Tad, pasando su brazo por detrás de los hombros de Stacey— No te preocupes.

—Tú no entiendes, tus poderes jamás podrían hacer tanto daño... —susurró ella—, estoy haciendo mi mejor esfuerzo aquí junto con los médicos y enfermeros. Les envío energía positiva cada media hora a cada organismo. ¡Todo lo que he hecho y todavía no despiertan!

—Mira, lo estás haciendo muy bien, yo los veo mejor, han recuperado el color en sus rostros. ¿Por qué no piensas en otra cosa? ¡Como que ganamos la Penúltima Prueba, por ejemplo! ¿No estás contenta por eso? ¡Quizá estemos dentro de las cinco personas que ganarán las becas. ¡Tenemos que celebrar!

Escuela de Villanos [3]: Año de descubrimientosTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang