Capítulo 2: Estoy bien

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«Era un lugar oscuro, lleno de olor a humedad y a tabaco. Las muñecas me dolían por las esposas apretadas. Había un tacho grande cortado a la mitad y lleno con agua, lo usaban para amenazarme con meterme la cabeza ahí y ahogarme. Al principio, cuando recién me despertaba, estaba un poco mareado y no lo entendí muy bien.

El malo dijo:

—Si me lo dejan a mí ya van a ver cómo habla.

Pero el bueno, que me había estado hablando desde que abrí los ojos aunque todavía no comprendía lo que me decía, no se daba por vencido. A él no le gustaba la tortura, pero si no hablaba por las buenas no iba a tener más remedio que dejarme a merced de su compañero.

—¿Qué clase de poderes tienes, villano? –me preguntó el bueno.

—¿Eh? –Balbuceé cuando por fin pude hablar y mis ojos comenzaban a entender lo que veían—. ¿Dónde estoy?

—¡Responde! —El malo me tomó del cuello de la camisa. ¡Me levantó del suelo y sumergió mi cabeza en el tacho! Entonces, mientras me retorcía y las esposas se me ajustaban más, lo recordé todo. ¡Me habían secuestrado! ¡Yo estaba peleando contra los seyrens que atacaron mi escuela y me habían secuestrado!

Unos segundos después me sacaron del agua. Me chorreaba agua por el pelo y la cara y mojaba mi ropa. Comenzaba a darme frío.

—De acuerdo, de acuerdo –hablé con el cabello pegado a mi rostro— ¿Qué es lo que quieren? ¿Qué va a pasar conmigo?

—Hay dos opciones –me explicó el bueno—, o te quedas con nosotros o te enviamos a hacer estudiar a la sede de experimentos. Dependiendo de tus poderes, si te han traído es o bien porque son útiles para la ciencia o bien para el ejército.

—¿Volver a mi hogar no es una opción? –pregunté.

El malo se rió fuerte.

—Qué ingenuo, a ver muéstranos tus poderes, quizá consigas un nuevo hogar.

—Necesito una guitarra –les expliqué.

—¿Qué?

—Una guitarra –me encogí de hombros.

—No tenemos eso, esto es un recinto militar, no una escuelita de música. –El malo parecía a punto de perder la paciencia otra vez.

—Ok, ok –elevé las palmas de mis manos a la altura de mi cabeza antes de que volviera a acercárseme—, puedo usar mi voz.

Me puse de pie con algo de dificultad y carraspeé para afinar mi voz. Estos locos querían que me quedara en su ejército o me llevarían a que me hagan experimentos. ¡Las dos opciones eran horribles! Tenía que cantar, tenía que darlo todo para intentar convencerlos de que me llevaran a casa. Tenía que ser algo que dijera gracias por su oferta, pero no gracias. Me esforcé por embeber mis poderes a mi voz, no sería tan poderoso como cantar con la guitarra, pero algo era algo.

(Andy Grammer— Honey, Im Good. Traducción al español)

No, no, cariño, no quiero nada (estoy bien),
podría tomar otra (ronda),
pero probablemente no debería,
tengo a alguien esperándome en casa.

Ha sido una noche larga aquí,
y una larga noche allá,
y estas largas, largas piernas,
están, maldición, en todas partes.
-Resiste-
Eres tentadora (e ves bien)
no te mentiré.
Pero si preguntas dónde duermo esta noche,
tengo que decir: oh, baby, no baby,
me entendiste mal baby,
mi bebé (la nación villana) ya tiene todo mi amor.

Escuela de Villanos [3]: Año de descubrimientosWhere stories live. Discover now