Merodeadores

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Los profesores de Hogwarts no sabían cómo explicarlo, pero esa mañana todos tenían la sensación de que algo terrible pasaría, todos menos Albus Dumbledore

Era temprano en la mañana y el desayuno se estaba sirviendo, los profesores se habían dedicado a hablar del extraño presentimiento mientras desayunaban

—BUENOS DÍAS HOGWARTS —Gritó Sirius Black entrando por el Gran Comedor

—SE QUE EXTRAÑARON NUESTRAS HERMOSAS VOCES —Gritó también Vega Black

—PUES ESTÁN DE SUERTE, PORQUE HEMOS REGRESADO —Finalizó James Potter, también gritando

Los profesores terminaron en ese momento su conversación, ahora todos entendían el presentimiento, los trillizos problema como muchos les decían habían vuelto a hablar

—Buenos días Minnie —Saludaron al pasar frente a ella, quién contestó amable— Buenos días Dumby

—Potter, Blacks —Comenzó la Profesora McGonagall

—Esta bien Minerva, son jóvenes y se que bien intensionados, además, no es un mal apodo

El quinteto se dirigió a la mesa de Gryffindor y comenzaron a comer

***

Dos semanas, las semanas habían volado y esa era la noche. Caminaron los 5 bajo la capa de James y para cuando llegaron al baño de Myrtle y se llevaron las pociones, Remus ya se estaba arrepintiendo, pero se encargaron de callar sus miedos y logró emocionarse un poco

—Qué creen que sea? —Preguntó Vega

—Una perra —Dijo Sirius, claramente burlandose

—Vete a la mierda Black

—Te acabas de auto enviar a la mierda? —Contestó Sirius y los cinco aguantaron una carcajada

Llegaron a la sala de los menesteres y repitieron el hechizo una última vez mientras los truenos se escuchaban por toda la habitación, tomaron la poción

Los cuatro estaban confundidos y su cerebro no procesaba con suficiente velocidad lo que estaba pasando, pero Remus lo vio todo

Vio a James convertirse en un ciervo enorme y poderoso; a Sirius en un perro negro grande e intimidante; a Peter en una pequeña y regordeta rata y finalmente a Vega, en una gran loba con el pelaje del tono de los ojos de Remus, el chocolate hacía un contraste precioso con el gris de sus ojos

Vega se acercó con cuidado y torpemente a él, aún no sabía caminar con 4 patas, le llegaba a la altura de la cintura. Remus se permitió acariciar con cariño la oreja de su novia y también soltó un par de lágrimas. Vega regresó a su forma humana y se fundieron en un abrazo

—Gracias por hacer esto por mi —Le dijo Remus

—Eres mi mejor amigo, mi novio y en caso de que no fuera ya demasiado obvio, mi alma gemela, haría todo por ti

Remus la apretó más hacía él

Se sentían afortunados de tener 14 años y haber encontrado el amor verdadero 

Se separaron y voltearon a ver a sus amigos, James hacía ruidos raros, Peter chillaba y Sirius ladraba

—No saben cómo regresar, verdad? —Se burló Vega y los tres negaron con la cabeza— Les dije que leyeran el libro

Les explicó como volver y lo hicieron

—El perro resultaste ser tú Sirius —Se burló Remus

—Como si no supiéramos ya —Dijo James que recibió un cojinazo de Sirius— Auch, Remus, dile algo

Sweet Eyes | Remus Lupin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora