Sweet Eyes | Remus Lupin |

A 10 años de Jon y Sirius

Sirius Black se levantó ese día con un solo pensamiento en la cabeza.

Ese día pero en 1977, Jon Scamander le había pedido ser su novio. Habían pasado 10 años, de los cuáles Sirius había pasado 5 extrañandolo. Le parecía la cosa más ridícula en el mundo. Cumplir 10 años de haber besado a la persona más maravillosa del mundo, a una persona que habías dejado de poder besar hace 5, y era una mierda y Sirius se sentía como la mierda

Esa mañana salió a la cocina y preparó el té, se sirvió leche en el té, Sirius odiaba la leche en el té, pero Jon la amaba

Se sentó y como casi siempre, se hundió en sus pensamientos. En todas las veces que se la puso complicada a Jon por causa de sus traumas y Jon no huyó, Jon se quedó a la tormenta que era Sirius Black

Todas las veces que discutieron por sus traumas, porque Sirius tenía miedo de que las cosas se fueran a la basura fuera de su control, entonces Jon lo tomaba de los hombros y lo aterrizaba

—Para con la mierda Black, no estamos luchando, esto no es tú contra mi, somos los dos contra el problema

—Problema que yo me creé de la nada. Ya Jon, dejame en paz, Walburga y Orión me jodieron, ya no puedes salvarme de esto

—No quiero salvarte, quiero estar contigo, quiero huir contigo, resistir contigo. La única persona que te va a salvar eres tú, yo solo voy a estar ahí, para que incluso cuando pierdas la cabeza sepas que todo estará bien

Extrañaba a su Jon, sacudió la cabeza y entonces se levantó y se fue a encerrar a su habitación a leer los libros y comics de Jon

Pasadas las 12 Sirius escuchó que alguien tocaba la puerta, cuando estaba apunto de decirle a Vega o a Remus que no tenía ánimos, lo oyó

—Tío Canuto —Era Artemisa— Se puede?

—Mamá nos dijo que hoy podrías tener historias divertidas para contarnos —Agregó Apolo

—Pasen

En cuanto oyeron eso, entraron corriendo y subieron de un salto a la cama

—Hola tío —Saludó Artemisa con una sonrisa brillante

—Hola diablillo

—Tío, de cuándo es esto? —Preguntó Apolo tomando la foto que Sirius estaba viendo, fue la foto de ese día, en esa reunión del club de las eminencias

En ella salían él y Jon abrazados, ambos con una sonrisa enorme

—Esa fue día en que su tío Jon y yo nos hicimos novios

—Wow, te ves igual tío, felicidades —Alagó Artemisa

—Deja de subirme el ego niña, no convenceré a tus papás de comprar un bowtruckle, pero gracias, ya lo sabía, me veo muy bien

Artemisa rió y se acostó en la cama, le quitó la foto a Apolo que soltó un quejido y la observó

—Nos cuentas más historias de ti y el tío Jon? —Preguntó apartando la mirada de la foto y dirigiéndola a Sirius

—Claro que sí, les contaré una de las mejores historias de amor alguna vez escrita por los dioses

—Por qué por los dioses?

—Porque así suena más épico, duh. Había una vez, un muchacho, era increíblemente atractivo, tenía a todas las personas tras él, tenía un gusto de la moda impecable y ni hablar de su gusto en literatura y en música. Un muchacho sin igual, perfecto —Apolo lo interrumpió

—El tío Jon?

—No, yo —Los gemelos Lupin rieron— Es enserio, mirenme, sigo siendo ese increíble muchacho, como sea. Esa noche era su cumpleaños número 17, sus amigos habían decidido hacerles una fiesta en la sala común de Gryffindor, entonces vio a su hermano menor hablar con alguien

—EL TÍO REG —Gritaron los dos emocionados ante la mención de uno de sus muchos tíos

—Sí, sí, era Reggie. Y tenía toda la intención de contarle un chisme sobre Reggie a su mejor amigo y hermano

—EL TÍO CORNAMENTA —Volvieron a gritar ambos

—Así es, volteó y se encontró con la mirada tímida más hermosa del mundo, con unos ojos preciosos y una expresión simplemente fantástica

—EL TÍO JON

—Exacto, le quise contar el chisme, pero lo había olvidado, parecía que vi por primera vez todo, porque les juro que nunca había visto que los colores brillaran tanto como lo hicieron desde esa noche

—Wow —Dijo Artemisa embelesada— Me encanta esta historia

—Y es solo el principio

Pasó el resto de la tarde contándoles distintas anécdotas con Jon y así, al finalizar la tarde, cuando los gemelos ya tenían sueño y el fin de su hermosa historia se acercaba, Sirius decidió terminar, llevó a los niños a dormir y regresó a su habitación

Ahí se dio cuenta de que mientras él viviera, Jon, su historia y su amor vivirían por siempre, y ahora se la había contado a sus sobrinos

Se dio cuenta de que Jon ya no estaba ahí, entre ellos, pero no estaba del todo muerto, no mientras alguien aún pudiera repetir su nombre con una sonrisa

—Felices 10 años mi amor —Susurró a la fotografía— Te amaré por siempre

Esa misma madrugada, Robb regresó de un viaje, tocó la puerta del apartamento y pidió ver a Sirius

—Encontré esta hace años, no te la quise dar, porque esperé el momento correcto, este parece serlo

Se despidió disculpándose por la hora y desapareció

Sirius abrió la carta

"Estoy iniciando esta carta como regalo de nuestro sexto aniversario, será una locura. Bueno, te amo Sirius, te amo mucho.

Qué más? Qué más? Bueno, te haré una confesión. Tenía un crush contigo desde quinto. Ahí esta. Entonces, puede ser que haya luchado por meses para acercarme a ti

Esa noche, cuando te pedí la cita, tenía planeado hablarte, lo había planeado por semanas. Entonces cuando vi a James irse, supe que era el momento, supe que voltearías a ver a James y me encontrarías a mi

Fui todo un genio, una mente maestra. Ahora llevamos cinco años (casi seis) juntos y eres lo mejor que me pasó en la vida

Regreso a escribir luego, cuando tenga más inspiración"

Ahí terminaba, Jon jamás había terminado esa carta, pero fue como un abrazo para Sirius, que sonrió y la pegó a su pecho

Más tarde, James, Vega y Regulus se aparecieron ahí y pasaron la noche con su hermano

Y Sirius se sintió tan amado como cuando lo primero que oía en la mañana era a Jon decir "Buenos días, Black"

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