Sweet Eyes | Remus Lupin |

La profecía comienza

—Ya no aguanto, mi cerebro va a explotar —Dijo Sirius— No me cabe toda la información

—Aguantate Canuto, si quieres ser auror tienes que conseguir los T.I.M.O.S. —Le dijo Remus

—Pero, somos naturalmente inteligentes, no tenemos que estudiar. ¿Cómo creen que hemos llegado hasta aquí?

—¿Somos? —Cuestionó Peter— Si nos la vivimos estudiando

—Lykos lee su libro de mitos griegos, Lunático a los hermanos Grimm, James planea estrategias de quidditch y yo reviso mi guía de motocicletas

—¿Es la primera vez que estudian de verdad? —Cuestionó Peter

—Masomenos —Dijo Vega— No entiendo nada, no se cómo estudiar —Lloriqueó

—Eso les pasa por no haber estudiado nunca —Se burló Peter— Busquemos a las chicas, para que nos ayuden

—A las chicas o a Mary? —Se burló James

—Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas —Murmuró Sirius con la varita pegada al mapa

Este de inmediato mostró cada rincon del castillo y a cada persona en él, era un trabajo hermoso hecho por los cinco amigos

—¿Qué demonios hace Mary a solas con Mulciber? —Cuestionó Peter

—¿Celoso Colagusano? —Se burló Vega

—Esperen, Mary es nacida de muggles, no? —Preguntó Remus uniendo los puntos— Y Mulciber es supremasista de la sangre

—¿Qué mierda están haciendo juntos? —Preguntó James— Vamos a ayudarla, debe estar en problemas

Sin dudarlo, los cinco amigos se levantaron y salieron con el mapa en manos, corriendo y con las varitas preparadas

—Fijense por donde van idiotas —Les dijo Dorcas cuando chocaron con ella, ellos ya habían bajado la primera escalera a toda velocidad

—Mary esta en problemas —Se excusó Sirius

Dorcas no dudo en comenzar a seguirlos a toda velocidad intentando alcanzarlos

Cuando llegaron a donde el mapa les marcaba vieron que Mulciber tenía acorralada y sin varita a Mary

—Cru... —Antes de que pudiera terminar, cinco hechizos lo golpearon

—Alejate de ella —Amenazó James

Dorcas llegó junto a ellos casi al mismo tiempo que unos Slytherins se acercaban a Mulciber, entre ellos Regulus, que miró a los merodeadores con disculpas

Ellos entendían, si sabían que ya no creía en la pureza de la sangre, lo acabarían en la sala común. Los Slytherins eran de los mejores compañeros de casa, pero en esos tiempos, o estabas a favor o en contra

No tardaron en rodearlos varios estudiantes, los Slytherins tenían las varitas levantadas contra los Gryffindors, donde Peter intentaba hacer reaccionar a Mary, que estaba paralizada de miedo

—¿Qué esta pasando aquí? —Preguntó el profesor Flitwick haciendose paso entre la multitud

—Mulciber quiso lanzarle una maldición imperdonable a Mary —Respondió Vega sin apartar la mirada de los Slytherin, y sin bajar la varita

—¿Eso es cierto Mulciber? —Le preguntó Flitwick

—Era una inocente broma profesor —Dijo— Estoy seguro de que los traidores de la sangre y su grupito entienden de eso

—No voy a tolerar ese lenguaje aquí Mulciber, detención el resto del mes, ahora, bajen las varitas y cada quien a su sala común

—Pero enserio quería probar unos cuantos encantamientos en Black —Se quejó Evan Rosier 

—Solo estás ardido porque preferí huir de casa a comprometerme contigo —Provocó Vega

Evan le iba a lanzar una maldición pero Remus le lanzó un Expelliarmus y consiguió su varita

—No te atrevas si quiera a intentar tocarla —Dijo con un tono de voz que nadie había oído nunca, amenazador, frío, aterrador

—Es suficiente —Dijo Flitwick y con un simple movimiento de varita, las varitas de ambos grupos se encontraron en sus manos

Poco después, se encontraban en la enfermería con Mary

La rodeaban los merodeadores, Dorcas, Marlenne y Lily

Dumbledore se dirigía a ellos, estaba preocupado por el estado de la joven McDonald, preocupado por el ascenso de futuros mortifagos en su colegio y satisfecho porque ya no tendría que convencer a los jóvenes de luchar, también le había surgido una brillante idea al escuchar que el menor de los Black no parecía dispuesto a atacar

—Ya estoy harto —Fueron las primeras palabras que salieron de la boca de Remus Lupin en cuanto Dumbledore cruzó la puerta— Usted no esta haciendo nada, si no hubieramos llegado a tiempo... —El enojo era tanto que no podía hablar

—Lo va a expulsar, no? —Inquirió Vega apoyando a su novio— Eso merece una expulsión

—Me temo que no señorita Black. Es más peligroso que este allá afuera, aquí, aún hay esperanza de que se reforme

—Y una mierda —Dijo Sirius— Gente como él, dispuesta a dañar a otro, no cambia

—Parece que su hermano sí —Contradijo Dumbledore

—No meta a Regulus en esto —Continuó Sirius— Él cambió hace años, y él nunca estuvo dispuesto a dañar a nadie

—Entiendo su descontento jóvenes —Dijo Dumbledore— Pero no hay más qué hacer por el momento, sigan practicando y cuando se gradúen podrán ser parte de la orden

—Para que usted pueda lavarse la manos —Dijo James furioso

Todos ahí pelearían sin dudarlo, todos ahí servirían a la orden, pero todos ahí comenzaban a perder la fe en Dumbledore y eso llevaba a la traición

***

—Si tengo que enfrentarme a Voldemort en persona lo haré —Dijo James, ya en la sala común— Pero no puedo tolerar ver como siguen hiriendo a inocentes

Algo que había comenzado a aterrar a James era la seguridad de Lily

—Si tengo que pelear a tu lado contra él, también lo haré —Afirmó Lily con la valentía digna de una Gryffindor

—Todos lo haremos —Dijo Remus

Cuando solo quedaron los Merodeadores, James habló

—Prometanme que pase lo que pase, siempre estaremos juntos, y siempre seremos leales a esta pequeña y disfuncional familia

—Lo prometo —Dijo Sirius sin dudarlo un segundo

—Lo prometo —Secundó su hermana

—Lo prometo —Dijo Remus

—Lo prometo —Dijo Peter, con un poco de duda que nadie notó, ni siquiera él, hasta que fue demasiado tarde

Esa noche todos se fueron a dormir con un toque de preocupación y de miedo, los tiempos estaban cada vez peor, pero James se prometió que sin importar qué tuviera que hacer mantendría a sus amigos a salvo. Sirius se prometió que sin importar qué siempre pondría primero a sus amigos. Remus se prometió que haría todo, todo, lo que estuviera en sus manos para ayudar y Vega se prometió no dejar que esa guerra los cambiara, ella estaba segura de que los cinco saldrían con vida

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