Sweet Eyes | Remus Lupin |

En el futuro

Los Merodeadores bajaban caja tras caja del camión de mudanza de los Pettigrew, las subían al cuarto piso,  donde estaba el apartamento que la mamá de Peter había comprado

—Esta lindo —Le hizo notar Vega

—No me gusta —Se quejó Peter— Por qué no nos quedamos en la casa? Papá ni siquiera esta ahí

—A mi me parece muy admirable de tu madre querer hacer las cosas por su cuenta y no deberle nada a nadie —Dijo James

Cuando al fin terminaron, se sentaron en unas cajas y se dedicaron a admirar con mayor detenimiento el apartamento

—Cuando nos graduemos de Hogwarts deberíamos comprar uno así para los cinco —Dijo Sirius

—Me gusta la idea —Dijo Remus sonriendo mientras miraba el techo— Nadie nos diría a qué hora despertar

—O a que hora dormir —Dijo Vega

—Ustedes tienen los peores hábitos de sueño del mundo —Se quejó James

—Seguimos vivos, no? —Dijo Vega— Eso es algo

Remus asintió dándole la razón a su novia

—Creen que este año Slughorn nos vuelva a invitar al club de la eminencias? —Cuestionó Sirius— Fuera de los entrenamientos de quidditch, las clases, las bromas y las prácticas en la sala de menesteres no tengo nada que hacer

—Y prefieres pasar las noches con Slughorn? —Le cuestionó James— Estás medio safado amigo

—Sabías que Evans esta en el club? —Le dijo Vega— Como le estuve dando unas tutorías me contó

—Vamos a ser parte del club de las eminencias —Declaró James

Peter se sintió mejor y en casa

***

—Buenos días Señores Lupin —Dijeron Vega, Sirius y James llegando por la chimenea, acompañados de Euphemia y Fleamont

Los chicos llevaban dos cartas de Hogwarts en la mano, en una venían los nuevos libros que les pedirían ese año, en otra, los resultados de sus T.I.M.O.S.

—Buenos días —Contestaron los Lupin, las cartas de Remus estaban en la mesa, donde el desayuno estaba por ser servido— Remus sigue durmiendo

—Por qué no me sorprende? —Dijo Vega riendo— Yo voy a despertarlo

Comenzó a subir las escaleras

—NO SE QUEDEN HACIENDO NADA INAPROPIADO —Le gritó Sirius riendo

—Sirius! —Le dijeron los Potter y los Lupin

Vega llegó hasta la habitación, abrió la puerta y lo encontró durmiendo boca abajo, con la cabeza de lado en la almohada y un leve rastro de saliva saliendo de sus labios, su cabello estaba todo alborotado, claramente se había movido bastante en la noche. Vega sonrió y se quedó admirandolo un poco, pero luego se acercó y se agachó a la altura del oído de Remus

—Amor —Susurró— Moony, es hora de despertar

Remus soltó una pequeña sonrisa aún dormido

—Amor, vamos

Poco a poco Remus comenzó a abrir los ojos

—Buenos días —Le susurró Vega con una sonrisa

—Buenos días —Contestó él también con una sonrisa, compartieron un beso casto

Ambos bajaron, Remus se dio cuenta de que era el único que seguía en pijama pero no le importó, su mamá le dio las cartas y un beso en la mejilla

—Listos? —Preguntó James emocionado, todos asintieron

Vega abrió su carta, y su cara se iluminó, lo mismo paso con la de sus amigos y eso la hizo sentir bien

—Y? —Cuestionó Lyall con una sonrisa

James comenzó

—Tuve 7 extraordinarios, un aceptable y dos supera las espectativas

—Yo tuve insatisfactorio en adivinación —Se quejó Sirius— Ven? Les dije que quería que viera un futuro desastroso o que hiciera la siguiente gran profecía, lo demás, ocho extraordinarios y un supera las expectativas

—Sacaste super las expectativas en historia de la magia? —Cuestionó Vega viendo el pergamino— Yo saqué aceptable, nueve extraordinarios

—Yo saqué diez extraordinarios —Dijo Remus contento y a nadie le sorprendió, aún así corrieron a abrazarlo felicitándolo

—Esperen, esperen, esperen —Dijo James en medio del abrazo— Eso significa que podremos ser aurores

Eso desato una ronda de gritos entre los chicos

—Sientense a desayunar y después podemos ir al Callejón Diagon para comprar lo que hace falta para este año  —Dijo Hope con una sonrisa, orgullosa de todos los chicos ahí sentados

El desayuno se baso en risas y bromas de los chicos, los padres se estaban asegurando de disfrutar el momento tanto como pudieran, pues estaban seguros de que una vez que salieran de Hogwarts, no tendrían mucha oportunidad de tener momentos así, en especial con la carrera que ellos habían elegido, y la misión personal que se habían puesto de ayudar a pelear contra Voldemort

***

—Amo Regulus —Dijo Kreacher entrando por la puerta de su habitación— La ama me envió a ver si ya esta listo

—Dile que bajo en un segundo —Dijo él— y Kreacher, te dije que no tienes que llamarme amo

—Lo siento amo —Dijo y salió por la puerta

Regulus se dio una última mirada en el espejo, la cena que su mamá había organizado no le traía ningún tipo de emoción, y en definitiva no le daba buena espina

Como prometió, bajó no mucho tiempo después, su madre le gritaba a Kreacher orden tras orden que el pobre elfo intentaba cumplir

—Estoy listo madre —Dijo parándose frente a ella

—Mi hijo, el único que no fue una desgracia —Regulus se contuvo de hacer una mueca al oír cómo se había referido a sus hermanos

—Puedo preguntar cuál es la causa de la cena?

—Estás apunto de cumplir 16, ya casi eres un hombre. Además, te nombraron prefecto de Slytherin

—Acabo de cumplir 15 madre —Dijo él

—No importa —Dijo Walburga

Los invitados empezaron a llegar, ninguno de ellos le agradaba, y llegó quién le agradaba menos, su prima Bellatrix, últimamente había desarrollado una afición fuera de lo normal por el señor tenebroso, como ella le decía

—Hola Reggie —Lo saludó y le revolvió los rizos, eso molesto a Regulus; que le dijeran Reggie era algo que solo Vega hacía y solo Sirius le revolvía los rizos. Entonces se dio cuenta de que todos ahí eran mortifagos y que en la mesa, en la punta, había una silla vacía

—Mamá —Llamó, intentando que el miedo no se apoderara de él— Para qué es esta cena?

—Ya verás cariño —Dijo con una sonrisa

Ella nunca lo había llamado cariño y nunca le había visto una sonrisa tan genuina, la puerta se abrió

Una vez Vega y Sirius le contaron sobre la vez que vieron cara a cara a Voldemort, y lo que sintieron, no se comparaba lo que él sentía ahora. Un frío inmenso lo había llenado y podría jurar que se desmayaría en cualquier momento, Lord Voldemort estaba ahí, lo estaba viendo a él, y lo hacía con una sonrisa

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