Peleando por nuestras vidas

700 72 6
                                    

Dumbledore había determinado que Vega no se encontraba en condiciones para hacer misiones para la Orden. Sin embargo, Theseus y Ojo loco se habían negado a darla de baja temporalmente del departamento. Así que cuando alguno de sus amigos se pasaba la tarde o la noche haciendo misiones, ella se enterraba a si misma en trabajo, intentando no pensar en eso.

La segunda noche de luna llena sin Remus, Vega había pedido el día, y se lo habían concedido. Ahora Vega estaba sentada sola en casa, rogando que su familia estuviera a salvo. Recordando cada momento lleno de felicidad como si se tratara de pequeños fragmentos en su vida, aunque en realidad fue su vida completa por tantos años, la oscuridad de esa guerra amenazaba con enterrar esos tiempos, o lo que Vega más temía, la oscuridad de esa guerra amenazaba con enterrar a sus amigos y que solo quedaran recuerdos vagos de esos días de gloria, esos días donde los adolescentes estúpidos manejaban Hogwarts y rompían las reglas

La puerta del apartamento se abrió y por ella entró Jon, a quién tampoco dejaban hacer misiones, por el trato que Robb había conseguido cuando se unió

—Hey —Saludó con voz suave, sentándose recargado en la pared junto a ella

—Hey. Qué tal el trabajo?

—Me salí antes, no puedo, no sabiendo que Sirius esta luchando por su vida en este momento

Vega asintió dándole la razón, después sintió el brazo de Jon sobre sus hombros.

Vega se había hecho cercana a Jon en maneras que no sabía que se podía volver cercana con alguien, tal vez era porque ambos compartían tristeza, y ahora los ojos negros alguna vez tímidos de Jon revelaban un duelo permanente, un duelo permanente que todos en la Orden sentían, pero al no poder hacer misiones Vega y Jon lo sentían con más fuerza, porque no solo sentían la perdida de todas las personas que morían, sentían que no estaban haciendo nada para evitarlo, y una vez que estaban charlando en las mismas condiciones, ambos llegaron a la misma conclusión, "Si no eres parte de la solución, eres parte del problema"

No supieron cuánto tiempo pasó, pero el primero en llegar fue Sirius

Ambos lo abrazaron y preguntaron qué tal había estado la misión, Sirius estaba orgulloso. Al fin habían arrestado a Anthony Dolovov y en el camino se había llevado a dos mortifagos más con él, lo había contado con una sonrisa, hasta que pensó que por cada mortifago que encerraban, al menos 3 más se le unían a Voldemort

Y fue cuando Jon tuvo suficiente, apreciaba el trato que su hermano había conseguido, pero le pareció que si todos los demás estaban luchando por ganar esa guerra, él tendría que hacer lo mismo

Así que poco después de que James llegara y les jurara que estaba bien, los cuatro se dirigieron a la casa de seguridad de la Orden, esa noche había reunión y no había poder humano que hiciera que Vega y Jon no se volvieran parte activa de la orden. Cuando Robb Scamander vio ahí a su hermano pequeño se enfureció, en especial cuando Dumbledore lo recibió en la orden con alegría, pero cuando lo oyó exponerle sus motivos, disculpándose de una forma que solo los Scamander sabían, la ira se fue, y se reemplazó con añoranza, con añoranza al pequeño bebé que vio cuando él tenía 5 años. Jon Black ya no era un bebé y no podía cuidarlo para siempre, lo que podía hacer era apoyarlo, así que lo abrazó

—No te atrevas a hacerme vestir de negro —Le susurró en el oído

—Digo lo mismo —Le contestó Jon

Se separaron justo a tiempo para ver a la dulce Vega Black volverse colérica ante Dumbledore, quién se negaba a asignarle misiones. Vieron a la Black mayor gritarle y decirle que no le importaba qué, ella haría algo porque no dejaría a sus amigos hacer todo mientras ella espera en la seguridad de su apartamento, todos ahí supieron que le estaba echando en cara a Dumbledore que se refugiara en Hogwarts. Finalmente, cuando Vega soltó todo lo que tenía y todos sus validos argumentos, la sala quedó en silencio, todos los presentes la miraban, sus amigos con una mirada de orgullo, algunos miembros más, con admiración, si prestabas suficiente atención podías ver lágrimas de coraje en sus ojos, pero nunca las dejo bajar, no se permitió ser vulnerable ante Dumbledore

Entonces al hombre no le quedó más opción que aceptar que volviera a participar en las misiones activamente, el desagrado ante esa idea se notaba en sus ojos, o tal vez era el desagrado de que por primera vez, lo habían dejado sin palabras y lo habían logrado superar en su propio juego

Al terminar la reunión, Dumbledore decidió ir a visitar a alguien que no había visitado en mucho tiempo.

Gellert Grindelwald no le dirigió la palabra, pero como una vieja costumbre Dumbledore le contó todo, todas sus preocupaciones, entonces cuando terminó, Grindelwald rió

—Te da miedo —Fueron las primeras palabras que oía de Grindelwald en años, y sabía que tenía razón— La chica Black y sus amigos adolescentes te dan miedo, por la clase de convicciones que tienen, porque son poderosos y porque ellos sí tienen lealtad

—Ya no son adolescentes —Repusó Dumbledore

—Eso es culpa tuya y de tu manía de llevar a magos jóvenes a la guerra, de traicionar confianzas, no es la primera vez que lo haces, y no será la última, tu lealtad solo esta reservada para ti

—Es mentira Gellert, lo sabes

—Lo mismo piensan los Scamander? —Le cuestionó— Newt? Theseus? El muchacho mayor? Ahora que recibiste al menor de los Scamander, volviste a traicionar su confianza

—Jon se unió por cuenta propia

—Dile eso a su preocupado hermano y como rompiste la promesa de mantenerlo alejado. Cuando esta guerra te cueste un Scamander, qué harás?

—Ningún Scamander va a morir —Aseguró

—Creí que lo que paso con Ariadna te habría enseñado ya que no puedes controlar la muerte

Dumbledore se fue, con la imagen del Robb Scamander en la mente, deseando que no muriera




Hola!!! Espero que les este gustando. No olviden votar y comentar. Gracias por leer y nos vemos el lunes

Sweet Eyes | Remus Lupin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora