31 de julio de 1990
Harry James Potter estaba cumpliendo 10 años. Harry era un tierno niño, su actitud era bastante parecida a la de Lily, aunque tenía ese carácter bromista y travieso de James
Harry era la adoración de sus padres, ambos lo mimaron tanto como pudieron, le dieron todo el amor y cariño del mundo. Harry Potter creció siendo un niño completamente amado y feliz
Aunque Harry también sufría de pesadillas desde que era niño, aquellas con Voldemort que nunca se iban. Ninguno de los merodeadores entendía porqué, si Voldemort jamás llegó a ver o a tocar a Harry, pero parecía que había dejado una gran marca en él y ellos odiaban eso
A veces el tener esas pesadillas hacían que Harry se sintiera algo aislado, porque sus primos no las tenían y sus primos eran de la misma edad, a pesar de estar rodeado de gente que lo amaba, Harry no podía evitar sentirse un poco solo de vez en cuando
Pero ese día era su cumpleaños número 10, su papá y su mamá habían hablado de la fiesta que le organizarían por meses. Sus tíos también estaban emocionados, sus primos lo miraban con admiración al finalmente tener una edad con dos cifras y estaba a tan solo un año de ir a Hogwarts
Esa mañana Harry despertó feliz. Su mamá, Lily, había ido con un pastel a cantarle feliz cumpleaños, su papá, James, sostenía la cámara mientras cantaba también
Después de apagar sus velas sus papás lo envolvieron en un abrazo. James y Harry molestaron a Lily con su cabello desordenado
Lily lo llenó de besos en la cabeza y James lo llenó de abrazos
Harry amaba a sus papás
Lily, su mamá, era la madre más cariñosa del mundo, al menos para él. Harry amaba que siempre lo recibía con la sonrisa más pura y amable y siempre la veía sonreír incluso cuando las bromas que él y su papá planeaban no eran divertidas
James, su papá, era una máquina de crear risas y felicidad, siempre lo estaba abrazando y siempre le estaba recordando lo increíble que él era solo por ser él, Harry se sentía bien a su lado, se sentía invensible y sabía que sin importar qué tan loca fuera una idea, su papá siempre estaría a su lado apoyándolo
Harry amaba la manera en la que su papá planeaba una broma a detalle y la llevaba a cabo, luego su mamá torcía un poco la boca, cruzaba los brazos e iniciaba el regaño con un "James Potter"
Sus tíos, Harry también amaba a sus tíos, que siempre salían a defensa de su papá ante los regaños de Lily, regaños a los que a veces se le sumaba su tío Lunático, pero la gran mayoría de veces terminaba en ellos 4 siendo regañados por Lily y sus primos y él riendo
Harry amaba a sus primos, Artemisa y Apolo, eran unos niños adorables a simple vista, pero eran unos diablillos, siempre se escabullían para hacer bromas y Harry seguía sin entender cómo eran una mente maestra y lograban nunca ser atrapados. Hasta que Regulus le dijo que eran los genes Lupin, porque aunque los que tenían ganas de hacer bromas siempre eran sus tíos Canuto y Lykos, la mayoría del tiempo escapaban por su tío Lunático y su mente maestra
Regulus, Harry amaba a Regulus, era alguien que le causaba mucha intriga, pero también le parecía fascinante, le parecía fascinante la manera en la que alguien que siempre parecía serio de la nada reía a carcajadas con algo que alguno de sus tíos o su papá dijo, incluso algo que Robb decía, además de la clase y elegancia que siempre cargaba con él, incluso cuando llegaba de un partido de Quidditch
Robb y Rolf, Harry los amaba, aunque no tenían título oficial para él, Harry sabía que eran parte de la familia. Estaban juntos todo el tiempo y Robb siempre les contaba a él y a sus primos toda clase de aventuras con animales fantásticos, claro que Harry también consideraba a Rolf como su primo, después de todo, habían crecido juntos
Harry amaba su vida, por eso, en la noche cuando toda su familia se reunió para su cena de cumpleaños Harry estaba sonriendo a más no poder. Jugando a los naipes explosivos con sus primos
—No es justo, Apolo siempre gana —Se quejó Harry
—Ese es mi hijo —Festejó Vega— Un talento natural para las cartas
—No creo que sea algo de lo que estar orgullosa Veg —Replicó Regulus
—Reggie, no le contestes a tu hermana mayor —Regañó Sirius con claro tono de broma
Cuando su tío Lunático se acercó, Harry supo que los iba a regañar, pero que sus tíos Canuto y Lykos acabarían convenciéndolo de uniserles
—Todos, todos —Comenzó a hablar Lily— Es hora del pastel
Ella y su papá se acercaban con un enorme pastel
Entonces todos en la habitación comenzaron a cantarle "Feliz cumpleaños" y Harry nunca había estado tan feliz de haber nacido en esa familia como ese día
Artemisa y Apolo le habían regalo dulces porque sabían lo mucho que Harry amaba los dulces
Sus tíos Remus y Vega le habían regalado libros de cuentos muggles, que eran sus favoritos. Su papá aún estaba indignado de que Harry no hubiera querido leer o escuchar los cuentos de Bettle el bardo
Su tío Sirius y Regulus le habían regalo artículos del equipo favorito de Harry
Aunque a Harry no le importaba qué le hubieran regalo, Harry estaba contento de tener a su familia ahí
Partieron el pastel y su papá juntos a sus tíos juntaron a todos para hacer una presentación. Harry creía que esa banda casera era genial
La noche terminó una vez que Harry comenzó a bostezar. Todos comenzaron a despedirse, le desearon feliz cumpleaños una última vez y convenció a su papá de que lo subiera cargando hasta su cama
James lo arropó y le dijo lo orgulloso que estaba de él, que ya era un niño grande. Depositó un beso en su cabeza, apagó la luz y salió
Esa noche Harry no tuvo pesadillas
Hola!!! Espero que les este gustando. No olviden votar y comentar. Gracias por leer y nos vemos el viernes
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Sweet Eyes | Remus Lupin |
Fanfiction"-Tienes los ojos más dulces que alguna vez vi" "-A tu lado no me siento como un monstruo" Remus Lupin y Vega Black se han conocido desde que son niños, y están destinados a estar juntos, pero no necesariamente con un felices para siempre Juntos de...