Sweet Eyes | Remus Lupin |

La profecía

En la Orden del Fénix, cuatro miembros estaban a punto de convertirse en papás. James y Lily Potter y Alice y Frank Longbottom

Los merodeadores estaban al pendiente de Lily porque su vientre crecía cada vez más y cada vez estaban más emocionados por la llegada del primer bebé de los merodeadores

No fue hasta junio de 1980 que esa emoción se vio reemplazada por el miedo, cuando un día Dumbledore visitó la acogedora casa de los Potter en el Valle de Godric

Ese día todos estaban ahí, ayudando a armar la cuna y a terminar de preparar el cuarto del bebé para su inminente llegada

El ambiente era cálido y todos estaban felices, los merodeadores bromeaban y al no tener aún un nombre claro para el bebé, pues el Harry a veces cambiaba por Thomas, el apodo de mini Cornamenta y bambi aumentaban de popularidad para llamar al pequeño bebé

Entonces alguien tocó la puerta, James se acercó con la varita en la mano, listo para atacar si era necesario, pero se encontró con que era Albus Dumbledore y después de la pregunta de seguridad, lo dejó pasar, sorprendido y angustiado por la repentina visita

—Hoy tuve una reunión con Sybill Trewlaney —Comenzó una vez que todos estuvieron sentados— Era para entrevistarla y posiblemente darle el trabajo de profesora de adivinación

—Dumbledore —Lo interrumpió Vega— Sin ofender, pero... Cuál es el punto?

Dumbledore asintió y se preparó para la reacción de los jóvenes adultos ante la noticia

—Fue un completo fracaso la entrevista y justo cuando estaba por irme, presencié una verdadera predicción. Ella no sabe que la dio y por su seguridad es mejor mantenerlo así

—Y qué decía? —Cuestionó Jon tomando fuertemente la mano de Sirius

—Dice que alguien con el poder para derrotar al señor tenebroso se acerca —Informó, las miradas de alivio lo hicieron sentir mal— Pero no es todo

—Qué? —Cuestionó James que notó la mirada de culpabilidad

—Que aún no nace —Lily se llevó las manos al vientre de inmediato— La profecía dice que nacerá al terminar el séptimo mes, de aquellos que lo han desafiado tres veces, el señor tenebroso lo reconocerá como su igual y que ninguno vivirá si el otro sobrevive

—Esta diciendo que mi hijo es el de la profecía? —Cuestionó James furioso

—Hice las cuentas y hay dos opciones de personas que se han enfrentado a él directamente tres veces y están en termino, ustedes y los Longbottom

—Entonces es posible que bambi no sea el elegido —Dijo Sirius aferrándose a esa idea

—Es posible, pero creí que deberían de saberlo. En un momento iré a hablar con ellos y en cuando el destino decida quién es el pequeño, lo cuidaremos y entrenaremos para derrotar a ya saben quien

—Y una mierda Albus —Dijo James levantándose— No se Frank y Alice, pero te puedo garantizar que si mi hijo es el elegido no permitiré que lo cries solo para ir a morir con él, no permitiré que lo entrenes como soldado con su vida en un peligro constante. Mataré a ya saben quién yo mismo si tengo que hacerlo, pero mi hijo no va a ser ningún cerdo para matadero

Dumbledore también se levantó, sin embargo él lo hizo con calma y con intenciones de irse

—Esperemos no tener que llegar a esos extremos James, es imperativo que la Orden comience a movilizarse más contra los mortifagos, es cierto

Y así, sin aclarar nada al final salió por la puerta y junto a él, se llevó toda la felicidad que ese día estaba prometiendo

—No puede ser bambi —Dijo Jon— Seguro todo saldrá bien, ganaremos esto y viviremos una larga vida

Todos rogaron porque así fuera

—Sí —Apoyó Lily— La adivinación no es tan confiable

—Menos de Sybill Trelawney —Afirmó Sirius, pero una parte de él recordaba que era la mejor y la favorita de la maestra, además de la profecía que la propia maestra le había hecho de su futuro

Poco a poco comenzaron a irse, los primeros fueron Sirius y Jon, quiénes irían a ver a los Scamander

Vega y Remus comenzaban a despedirse, Remus le hablaba al pequeño bebé y le prometía que le daría mucho chocolate

—Vega —Llamó James antes de que se fuera— Recuerdas lo que prometimos en séptimo? Sobre siempre poder ser vulnerables el uno con el otro?

—Sí

—Estoy aterrado. Ahora no es solo la guerra, ahora mi hijo esta en peligro directo. Y si no soy lo suficientemente fuerte o hábil para protegerlo

—James... Se que harás todo lo que este en tus manos para cuidar al pequeño. Y tienes que saber que no estás solo, todos nosotros estamos aquí y todos nosotros moriremos si es necesario por proteger al bebé

—Y si yo muero? Vega, prometeme que si muero el bebé no estará solo

—Te lo juro con mi vida. Si llegas a morir, todos nosotros cuidaremos al bebé como si fuera nuestro. Hasta el último momento

—Gracias —Abrazó a Vega y se apretaron mutuamente

—Voy a hacerte una promesa, un juramento. Te lo juro James —Prometió Vega con un tono que nadie le había escuchado jamás— No habrá un solo mortifago que no nos tema, nos encargaremos de derrotarlos y ya sabes quién esta loco si cree que lo dejaremos dañar a nuestra familia, si es necesario, lo matare con mis propias manos

James y Vega se miraron con decisión y compartieron un asentimiento se cabeza, luego se abrazaron fuerte

—Es el momento Cornamenta, ese del que hablamos en séptimo

—Es momento de dejarles ver que tenemos tanto miedo como ellos. Que no siempre podemos tener una sonrisa aunque lo intentemos

—Pero que aún así nuestro pequeño grupo de estúpidos Gryffindors va a encontrar una manera de salir adelante

Se separaron del abrazo, Remus y Vega se fueron. El grupo entero se pasó preocupándose por la profecía, ellos no podían darse el lujo de sentirse aliviados de que alguien con el poder para derrotar a Voldemort hubiera nacido. Ellos se sentían con mucho más temor, porque ese alguien podría ser un bebé que era de su familia, un bebé al que todos protegerían con su vida

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