Sweet Eyes | Remus Lupin |

Estrés

Estrés, así era como se sentía James Potter conforme leía la carta que la profesora McGonagall les había escrito. Envió un patronus a Lily y mientras la esperaba comenzaba a enojarse, había pocas veces en las que habían visto a James Potter enojado y nunca dejaba de ser aterrador

—Es suficiente —Habló— Desde el año pasado Harry no nos esta diciendo las cosas y ni siquiera le exijo que me diga toda su vida si no quiere, solo aquello que la ponga en peligro y ni eso hace

—Cornamenta, afrontemoslo, hubiéramos hecho algo parecido de haber llegado tarde a la plataforma —Intentó razonar Remus

—No, y sabes porqué no Lunático? Porque eramos desobedientes, traviesos y un completo desastre, pero nunca fuimos irresponsables, nunca hubiéramos hecho algo parecido porque nunca hubiéramos llegado tarde a la plataforma

Conforme James pensaba más, más se torturaba

—Yo no se qué esta pasando con él —Se rindió— La casa de Regulus esta como a 20 calles, que no pudo haber ido y decirle que lo llevara? O esperar a los Weasley, contarles, enviar una carta y llegar el día siguiente? Había opciones chicos y Harry tomó la peor

—Cornamenta —Llamó Vega— No puedes perder los estribos así, relajate porque si llegas a Hogwarts a pelear, Harry no va a entender, lo verá como una lucha

—No entiendo por qué no quiere contarme nada —Se lamentó James— No se qué hicimos mal

—Es que quiere protegerte —Habló Artemisa tímidamente saliendo de la habitación

—Nos dijo que no lo dejarían estar involucrado en esas cosas y que sería mejor si no se enteraban, porque ya habían sufrido mucho —Completó Apolo

—Esperen... Es por eso que el año pasado tenían tanta curiosidad sobre Nicolas Flamel? —Los regañó Sirius

Los gemelos Lupin asintieron tímidamente

—Solo queríamos ser fuertes y valientes como ustedes —Continuó Apolo

—Poder cuidarnos solos —Completó Artemisa

Apolo comenzó a asentir con la cabeza dándole la razón a su hermana

Vega sintió como el corazón se le partía y dijo lo que le hubiera gustado que alguien le dijera a unos pequeños Sirius y Vega

—No necesitan ser valientes y fuertes mis niños, necesitan estar a salvo, y para eso estamos sus papás. Conforme vayan creciendo lo necesitaran, sí, pero ahora son niños, niños pequeños que tienen a sus padres. Ustedes dos, Rolf y Harry

Vega sintió como Remus la abrazaba por detrás

—Perdón —Empezó Apolo— Acabamos de oír todo lo que dijeron

—Y aunque creímos estar listos para todo y para ganar la guerra y vivir felices para siempre, no nos dimos cuenta de lo que en realidad significa pelear una guerra —Dijo Artemisa

—No estamos listos mamá —Reconoció Apolo lagrimeando y corrió a abrazar a Vega, que lo levantó y lo abrazó, Remus besó su cabeza

—No tienen que hacerlo —Dijo James— Si tan solo nos dicen qué esta ocurriendo, haremos lo posible por evitar que se desate una guerra de nuevo

—Tío Cornamenta —Habló Artemisa— Creo que Harry tampoco está consciente de cómo es de verdad, tal vez deberías de contarle

—Lo haré pequeña —Afirmó James con una sonrisa débil— Gracias por decirnos niños

Artemisa corrió a abrazar a James, a su tío, a su padrino

—Perdón por lo que hicimos el año pasado, no sabíamos que te había lastimado tanto

—No te preocupes, ahora podemos trabajar todos juntos

Así que cuando James, Lily y el resto de los merodeadores llegaron a Hogwarts, James ya estaba mucho más tranquilo. Ellos habían solicitado ir a Hogwarts porque querían hablar con Harry, en lugar de simplemente mandarle una carta o un vociferador, también querían hablar con McGonagall, pedirle que lo mantuviera un tanto vigilado, solo para protegerlo

—Gracias por venir Señor Potter —Dijo McGonagall— Y ustedes qué hacen aquí?

—Acompañamiento moral —Dijo Sirius, Vega y Remus asintieron dándole la razón. McGonagall no pudo evitar sonreír

—Cuando lo vi llegar en primer año, se veía tan dulce, creí que podría ser como Lily, hace unas horas llegó en un auto volador y me di cuenta que es como usted señor Potter

—Muchas gracias Minnie —Le dijo James con una sonrisa

—No era un cumplido, tiene suerte de que su jefe de casa no es Snape, quería expulsarlo

—Que novedad, Snivellus molestando —Dijo Sirius

—También he de decirles que el auto del Señor Weasley quedó desaparecido después del incidente con el sauce boxeador

—Ahh, el buen sauce —Recordó Sirius

Harry llegó

—Quería verme profesora? —Preguntó y luego notó a todos los adultos ahí— Ahh

—Hola Harry —Le dijo Lily con cariño, tanteando la tensión entre su hijo y su esposo

—Hola mamá, hola papá

—Hola Harry —Contestó él, Harry notó que no le dijo bambi y eso encendió sus alarmas

—Estoy en problemas?

—Según tengo entendido la Profesora McGonagall ya les puso un castigo, así que sí

Tampoco la había llamado Minnie, y aunque Harry a veces deseaba que su papá fuera más maduro, detestó esa versión de él, se moría por correr y darle un abrazo y que James bromeara

—Harry, quieres decirnos algo de lo que pasó en la casa? —Preguntó Lily suavemente

—En la casa, no se de que hablan, creí que estaba aquí por lo de los daños a ese árbol de la muerte

—Más respeto a ese árbol Harry —Regañó James— Es muy importante. Y nosotros hablábamos de Dobby y una advertencia

—Qué? Cómo? Apolo y Artemisa les contaron de eso? No es justo, era un secreto

—Alguien entra a tu habitación y te dice que algo terrible estar por pasar y guardas el secreto? —Dijo incrédulo James— Usualmente son los padres quiénes guardan secretos a sus hijos, no al revés

—Ni me lo digas —Contestó Harry enojado

James estaba apunto de explotar de estrés y Lily lo notó, para su mala suerte, Harry tenía bastante mal carácter y manejo de la ira, así que supo que de no intervenir algo saldría mal

—Harry, no te enojes con tus primos, ellos solo querían ayudarte. Tu papá tiene razón, deberías contarnos un poco más de tu vida para evitar ponerte en riesgo

—No dudamos que te sepas cuidar solo —Agregó James recordando lo que los gemelos Lupin le habían dicho— Pero tampoco quieres poner en riesgo a tus amigos o si? La última vez salieron vivos, pero siempre existe la posibilidad de que no lo hagan

Harry razonó y tenía razón, Ron casi no lo logra la última vez. Asintió

—Perdón papás, empezaré a confiar más en ustedes

Y James sintió como el estrés bajaba poco a poco 

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