Hogsmeade

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Quedaba solo un mes para su graduación, pero ese sería su último fin de semana en Hogsmeade, al menos de manera normal, siempre podrían escabullirse en las tardes para tomar algo en las tres escobas o algo así

Sería su último fin de semana porque el día anterior habían vencido a Ravenclaw y los había colocado contra Hufflepuff en la final de quidditch, lo que significaba entrenar y entrenar durante las siguientes tres semanas 

—Entonces me dejará narrar el partido? —Pidió Remus

—Y yo quiero narrar con él —Dijo Jon

Caminaban hasta las carrozas para irse a Hogsmeade

—Por qué tanta la insistencia? —Cuestionó McGonagall un poco harta

—Me gusta narrar cuando Vega gana

—Y yo quiero narrar cuando Sirius gane

—Entonces también quiero narrar yo —Dijo Lily

El resto de los merodeadores se carcajearon y McGonagall prometió hacer lo posible para que pasara

Entonces subieron a las carrozas, llevaban sus instrumentos, no mucho antes le habían pedido a Madame Rosmerta que los dejará presentarse en las tres escobas un rato, y los señores Flume se habían ofrecido a llevar dulces ahí para todos, como despedida a los chicos que usaban su sótano y casi les provocaban un infarto de vez en cuando, pero al fin de cuentas, los chicos más dulces que jamás hubieran conocido

—Qué van a tocar? —Preguntó Jon mientras les ayuda a preparar el escenario

—Queen —Dijo Sirius— Tal vez un poco de ABBA

—Nuestra fabulosa canción sobre Remus —Añadió Vega

—El mayor éxito alguna vez escuchado en Hogwarts —Dijo Lily con una sonrisa

Poco después, el lugar estaba lleno, incluso algunos profesores estaban ahí, incluido Slughorn, a quien nunca habían visto en las tres escobas

Se miraron sin creer que Slughorn estaba ahí. Sin saber que después de ellos él visitaría el lugar solo para recordar a sus mejores alumnos, no los mejores portados, pero sí los más comprometidos y aquellos que siempre lograban sacarle una sonrisa

—Este es un concierto de solo una noche —Anunció James en el micrófono— O bueno, solo una tarde. Como sea, queremos agradecerle a todos aquí por recibirnos cada fin de semana desde tercer año y en especial a los señores Flume, por recibirnos en su sótano, y a Madame Rosmerta, por dejarnos tocar aquí hoy y por tenernos aquí a las 6 en punto cada fin de semana desde que pudimos entrar

Todos aplaudieron y entonces ellos comenzaron a tocar, fueron unas cuántas canciones y el show duró solo dos horas, pero todos habían bailado junto a ellos y ellos se habían sentido eternos de nuevo

Bajaron y comenzaron a dar una vuelta por el pueblo

—Qué creen que pase ahí? —Cuestionó Jon viendo a la casa de los gritos— Dicen que hay un fantasma

Los merodeadores compartieron una sonrisa y una mirada cómplice. Remus miró a todos a su alrededor y se dio cuenta de que podía confiar en esas personas

—No es un fantasma —Dijo Remus, sus amigos lo miraron y él les sonrió para calmarlos— Es un hombre lobo

Fue como si todas las piezas encajaran, siete años de incógnitas sobre Remus Lupin, y ahora al fin comprendían, la primera en abrazarlo fue Lily

—Gracias por confiar en nosotros —Le dijo en medio del abrazo

Apenas lo había soltado Lily cuando ya se encontraba envuelto en los brazos de Jon Scamander

—Espero que sepas que aunque no te conozco de hace mucho, te quiero Remus

Marlenne también se acercó a abrazarlo, y aunque no le dijo nada, porque Marlenne no era mucho de hablar, el abrazo entero le dijo que lo apreciaba como amigo y como persona

Vega lo abrazó por la cintura y se estiró a besarlo en mejilla

—Estoy orgullosa de ti —Le susurró

—Estás solo cada luna llena? —Le preguntó Lily con dolor

Remus sonrió

—No, tengo a los mejores amigos del mundo

Se fijo que no hubiera nadie alrededor y le dio una mirada a sus amigos. Pronto una loba, un perro, un ciervo y una rata aparecieron frente a los ojos de sus amigos, tan rápido como se transformaron regresaron

—Lunático, Lykos, Canuto, Cornamenta y Colagusano —Dijo Jon al fin entendiendo los apodos de los chicos

Ellos sonrieron y como siempre, a las seis de la tarde, se encontraban solo ellos en su mesa usual en las tres escobas

—Creen que vayamos a estar bien? —Cuestionó Sirius— Allá afuera?

—Ya no vamos a dominar el mundo de la misma forma que dominamos Hogwarts —Admitió Remus— Pero creo que estaremos bien

—Siempre y cuando no dejemos que Lykos conduzca —Bromeó Peter y recibió un pequeño golpe en el brazo por parte de Vega

Con la última cerveza de mantequilla de ese día, brindaron

—Por los merodeadores —Propusó Vega alzando su tarro

—Por los merodeadores —Corearon los chicos chocando tarros

Tal como les habían pedido, Lily, Jon y Marlenne los habían esperado, aunque habían perdido las carrozas

—No vamos a caminar hasta Hogwarts —Se quejó Marlenne— McGonagall nos va a matar en cuando nos vea cruzar las puertas para la cena

—No si ya estamos dentro cuando sea la hora de la cena —Dijo Sirius con una sonrisa traviesa

Se en caminaron hasta Honey dukes y después de que los merodeadores prometieran visitar a los señores Flume, bajaron al sótano, abrieron el pasadizo

Comenzaron a recorrerlo mientras contestaban las dudas de sus amigos sobre cuándo lo habían encontrado y cuánto llevaban usándolo, antes de salir, sacaron el mapa

—Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas —Murmuró James

No había nadie fuera, así que salieron y con ayuda del mapa, llegaron hasta la sala común de Gryffindor

—Travesura realizada —Murmuró Sirius

—Así que son más listos de lo que parecen —Se burló Marlenne, pero luego se puso seria— Gracias chicos, enserio me la pase bien hoy

Los chicos subieron a la habitación de los merodeadores, aún felices por la presentación que habían tenido, y con una sensación agridulce, extrañarían su vida ahí, después de todo fue el castillo el lugar que los unió, aún así, estaban un poco emocionados por el futuro, por vivir






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Sweet Eyes | Remus Lupin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora