(MTL) Te vas sin decir una palabra

Capitulo 09

—¿Qué? ¿Estás despierta? Después de hacer tal cosa, debes haber dormido cómodamente, ¿verdad?

¡Bang! Stella dio una patada al azar y tiró la mesa de té al suelo. Estaba muy lejos de la dignidad de mujer noble, que siempre solía tener.

Era gracioso que una persona que valoraba la opinión pública y su reputación, actuará frente a los sirvientes de tal forma.

—Te envié a Su Alteza la Princesa para que obtuvieras la aprobación del matrimonio. ¡Qué diablos has hecho!

Aunque no estaba acostumbrada a los latigazos que recibía, la inmunidad se formó a lo largo de 9 años ante el constante comportamiento irracional de Stella.

Tal vez por eso la intimidación de Stella continuaba, como patear la mesa, tirar libros y derramar tazas de té mientras caminaba, pero Agatha no se sorprendió mucho.

Cada momento de dolor tiene un final.

Lo ha vivido repetidas veces desde que llegó al Condado Calvino.

El dolor que parece no terminar nunca, terminará algún día.

—¿Cómo te atreves a insultarme a mí y a mi familia?

Sabía que Stella ha estado tratando de relacionarse con la Familia Imperial. Por ejemplo, el año pasado regaló una serie de costosas joyas a la prima de la Princesa, la Condesa Kirílovna, entonces tuvo la oportunidad de conocer a Su Alteza.

Dado que un tesoro considerable no podía atraer la atención de la Princesa, Stella se esforzó mucho por reconstruir reliquias familiares que ya habían sido destruidas, y capturar tesoros nacionales de los países más débiles que desaparecieron tras ser arrasados en la guerra de conquista.

Han circulado rumores de que en menos de un año, los bienes del Conde Calvino se han reducido a la mitad por culpa de la tonta y extravagante Condesa.

Al parecer Stella pensó que sería beneficioso entablar amistad con la Familia Imperial, incluso si eso significaba algún perjuicio económico. Si tan solo pudiera convertir a su problemático hijo Jhon, en cabeza del Ducado Christine a través de la Familia Imperial, había calculado que todas las pérdidas serían compensadas.

Sin embargo, ya que su plan parece haber fracasado, la ira de Stella no se calmará fácilmente.

Stella ahora blandía un látigo directamente contra Agatha, tal y como hizo con las criadas que apreciaba antes de alcanzar la mayoría de edad.

Incapaz de rebelarse como de costumbre, Agatha fue guiada por las sirvientas y se puso de pie contra la pared.

De vez en cuando, las mujeres nobles solían azotar de esta manera para educar a sus criadas, pero era imposible que una dama noble fuera golpeada.

¿Cómo se atreven a azotar a la Princesa Christine? Si los Caballeros Christine hubieran permanecido todavía, el Condado se habría convertido en ruinas.

De todos los presentes, solo Stella no sabía cuán atroz era lo que estaba haciendo.

—¿Crees que puedes librarte de mis manos y vivir como quieras?

Zak, zak.

—Ugh.

Inmediatamente, el dolor vertiginoso golpeó a Agatha. El sabor amargo de la sangre se sintió en sus labios.

—Llevo mucho tiempo educándote, pero sigues sin escuchar.

Zak, zak.

El dolor que desgarraba su piel era sofocante.Debido a su piel excepcionalmente suave y débil, Agatha sufría heridas graves con una sola paliza.