❛ ୧ 𝗦𝗧𝗔𝗥𝗕𝗢𝗬 . . .
─── elvis fanfiction
🕺🏻 Mi amor, mi querida, he anhelado tu toque un largo y solitario tiempo y el tiempo pasa tan lentamente. ¿Todavía eres mía?❞
Elvis Presley se presenta en el Louisiana Hayride con un traje rosa y ojos...
╔══════════════════╗ ✾ XIII. SWEET SADNESS ✾ Eva & Erin
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"Como me apena el verte llorar. Toma mi mano, siéntela. Yo te protejo de cualquier cosa. No llores más, aquí estoy." — Tarzán ╚══════════════════╝ Pongan la música 🫶🏻
Siempre se había dicho que "el tiempo cura todas las heridas". Eva Kennedy no estaba de acuerdo. Las heridas permanecían. Con el tiempo, la mente humana, protegiendo su cordura, las cubría con tejido cicatricial y el dolor disminuía. Pero nunca se iban.
Cuando echas de menos a alguien... es raro. Tu cuerpo no funciona normalmente como debería. Porque echas de menos a esa persona, y tu corazón que late... no es estable... tu alma está adormecida. Los dedos están fríos... como tú... tu alma.
La verdad era que Elvis y Erin se habían ido.
Al principio, Eva se contentaba con Lois; sus mejillas regordetas, sus labios de rubí y sus ojos grises. Pero entonces, después de unos meses de sentirse optimista acerca de la situación, la soledad y la nostalgia la atacaron ferozmente mientras estaba en Graceland. Sin Elvis ni Erin, Eva no tenía a nadie en quien confiar o con quien reírse.
Ella no estaba en casa.
Y, de todos modos, ella todavía tenía un trabajo que hacer en la Cámara de Representantes.
Así que besó las dos mejillas de Gladys y estrechó la mano de Vernon a modo de despedida, tomó a Lois y cogió una maleta antes de alejarse de Graceland con pasos decididos. Pronto, los suaves y cálidos vientos del hogar de su marido quedaron atrás mientras entraba en el territorio más frío de Washington en un avión con su pequeña hija siendo cargada con sus dos pálidos brazos.
Su hermano mayor y preferido, cuyo apodo era Jack, la recibió en su casa con los brazos abiertos y atentos. Cuando la vio en la puerta, la levantó inmediatamente en el aire mientras ambos reían y se abrazaban como un par de niños vertiginosos revolcándose en la hierba, como en los buenos tiempos en que ella era una ingenua niña de diez años y él ya era un hombre a los veinticuatro.
Con el tiempo, las suaves flores de cerezo que rodeaban los lagos de Washington empezaron a desaparecer y las hojas verdes de los árboles cerca del Capitolio y del Pentágono empezaron a volverse marrones, naranjas o de un suave color caramelo. Y, a medida que pasaba la primavera, su vientre siguió expandiéndose como un globo.
Cuando estaba embarazada de Lois, ella y Elvis asistieron a una clase de parto, una sola vez. Había habido unas quince parejas más, todas ellas con mujeres embarazadas de 6 a 8 meses, como ellos. Como introducción, la profesora les pidió que compartieran con todos cuál había sido su parte favorita del embarazo y la menos favorita. A Eva le sorprendió la cantidad de hombres y mujeres que no podían nombrar una parte favorita. Cuando le tocó el turno, dijo: —Mi menos favorita han sido las náuseas, y mi favorita es el vientre.
