❪ dieciocho : hiciste que odiara esta ciudad ❫

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✾ XVIII. YOU MADE ME HATE THIS CITY ✾
Eva & Erin & Desconocido

 YOU MADE ME HATE THIS CITY ✾  Eva & Erin & Desconocido

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"Sí, sí, tendrás que morir. Te tengo una cita, no vas a sufrir. Quererte esconder o tratar de rezar, el final llegará."
— El Cadáver de la Novia
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Las pequeñas gotas de lluvia cayeron sobre los oscuros mechones de Eva, humedeciéndolos ligeramente y provocándole escalofríos. Siguió a Jack hasta la salida del hotel con una pequeña sonrisa en sus rosados labios. Sus ojos grises brillaban de euforia, finalmente estaba feliz.

La actitud pasivo-agresiva de Elvis la estaba confundiendo y haciéndola sentir insegura sobre su matrimonio con el joven de ojos azules. Estaba claro que la etapa de luna de miel de su matrimonio había desaparecido, destrozada por la política y el trabajo. Eva sabía que, en parte, era culpa suya. Siempre se había sentido atraída por todas las cosas equivocadas: las cosas que les gustaban a los hombres normales. Dios, la política, la pereza y los amantes múltiples. Y aunque su amor por Elvis había mitigado esos rasgos suyos, los rasgos que había copiado de Jack, era lo suficientemente consciente como para saber que no estar en casa estaba empezando a afectar a Elvis.

Pero el verdadero problema era que él nunca iba a verla porque estaba rodando alguna película y a ella le resultaba difícil estar viajando entre estados todo el puto tiempo. Era un asunto complicado, pero ella realmente intentaba estar ahí para él y sus hijos. Incluso entonces, cuando ella estaba en Hollywood jugando con sus niños y cuidándolos, él era el que no estaba.

No se sentía realmente feliz cuando estaba "en casa" con su marido; él siempre estaba filmando cuando ella estaba o él estaba allí, afirmando que ya no era un chico y tratando de hacerse cargo. Eva sabía que Elvis había madurado, pero últimamente trataba de precisar el momento exacto en que había cambiado, el momento en que había dejado de proteger a una oveja y había empezado a cuidar a un lobo de dientes afilados y manos posesivas.

Elvis había cambiado.

Así que su único escape de esa dura verdad era su tiempo con Jack.

Lo que la llevó al aquí y ahora.

Eva pasó sus manos enguantadas de blanco por su traje de lana bouclé, de doble botonadura, color rosa frambuesa y cuello con ribete azul marino. Iba perfectamente conjuntado con un característico sombrero rosa tipo pillbox que resaltaba sus ojos grises plateados y complementaba su pálida tez.

A las puertas del hotel había una multitud que gritaba y vociferaba por la senadora de su estado y su presidente. Eva esbozó una de sus más brillantes sonrisas mientras se sentaba donde le indicaban y observaba atentamente cómo su hermano subía al podio para dar un discurso. La joven Kennedy se maravilló de lo feliz que parecía su hermano, todo pelo cobrizo y ojos verdosos llenos de luz y esperanza. Jack estaba radiante, prometiendo a sus ciudadanos que lo haría mucho mejor en su segundo mandato como presidente y que mejoraría los derechos de la gente.

STARBOY ▹ ELVIS PRESLEY ✓Où les histoires vivent. Découvrez maintenant