⋆✦ Deneb ✦⋆ (Fred Weasley)

𝑿𝑰𝑰𝑰

2 de septiembre de 1993

Deneb entró en la enfermería con paso apresurado cuando la señora Pomfrey la dejó pasar. Caminó hasta la única camilla ocupada, donde se encontraba su hermano malherido. Pansy Parkinson le estaba haciendo compañía a su lado.

Nadie le había contado la historia de forma completa, tan solo se había enterado por Graham Montague de que Draco había sido llevado a la enfermería por Hagrid con alguna herida.

Luego de eso la joven no dudó en ir a visitarlo para enterarse de lo sucedido y además saber el estado de gravedad de su hermano. Sobre todo para tener la información correcta antes de que Lucius o Narcisa Malfoy le enviasen una carta quejándose por no haber cuidado de él.

— ¡Oh, Deneb, que alegría verte! —Dijo Draco viéndola llegar hasta él— Tienes que escribirle a nuestro padre y contarle todo lo sucedido, lo más rápido posible.

— ¿Te alegras de verme sólo porque quieres que mande una carta? Por favor... —Gruñó Deneb. Tomó una silla con bronca y la apoyó en el suelo al lado de la camilla, enfrentando a la niña de slytherin— ¿Cómo estás? ¿Qué ha pasado?

— Estoy muriendo, hermana, debes mandar esa carta ahora porque —Deneb lo interrumpió.

— ¡Termina con eso Draco! —gritó. Pansy se sobresaltó y Pomfrey le dijo que bajara la voz. Deneb se disculpó y miró a la chica, para luego pasar los ojos hacia su hermano, quien la miraba con furia.

— Déjanos a solas Pansy —dijo él con calma. Ella asintió con la cabeza y se fue caminando hasta la salida de la enfermería— ¿Vienes a darme un sermón como siempre?

— No. He venido para saber qué pasó y cómo te sientes —se aclaró la garganta— No estás muriendo, ni tampoco es tan necesario enviarle en este instante una carta a nuestra familia.

Draco giró su cabeza y fijó la mirada en un punto lejano. Levantó su brazo que estaba vendado para que su hermana lo viera, por si acaso ya no lo había hecho. Se quejó de dolor, ya que según él tardaría mucho en recuperarse.

— No es así señor Malfoy —comentó Pomfrey desde su despacho— en unas horas ya estará recuperado —Deneb frunció el ceño. Sabía que a Draco le gustaba hacer drama por cualquier estupidez, pero al nivel de fingir estar lastimado por varios días... eso era nuevo.

— Estábamos en la tonta clase de Hagrid —murmuró con desdeño, haciendo caso omiso a lo que la enfermera había dicho— nos mostró hipogrifos. Todos estábamos siguiendo lo que él nos decía, pero son bestias, no podemos tenerlas tan cerca... uno me atacó. Me clavó sus garras en el brazo, casi me lo arranca.

— No sé si es para tanto —susurró Deneb.

— ¿Por qué nunca me crees?

— Porque un hipogrifo no podría arrancarte el brazo así Draco. Y si te ha atacado es porque lo ofendiste seguramente.

— Tú no estabas Deneb, así que cierra el pico.

— ¿Ves? —Su hermana se rió para no llorar— me acabas de faltar el respeto a mí. No necesito haber estado en el lugar para saber que algo le hiciste al animal, si a mí que soy tu hermana me tratas así.

— No sé para qué has venido —susurró— vete y dile a Pansy que vuelva a entrar.

— Cuando me lo pidas de mejor forma lo haré —ambos se miraron sin parpadear por unos largos segundos. Deneb no sabía si todo se había congelado o tan solo tenía tanto enojo acumulado que había perdido la noción del tiempo.