𝑿𝑿𝑿𝑽𝑰𝑰

1.8K 179 49
                                    


8 de julio de 1996


— Draco, sabes que no tienes que hacerlo —murmuró Deneb posando una mano sobre su hombro— sabes que todo esto está mal.

— No hay otra salida. Si pudiera —Deneb lo interrumpió bruscamente.

— ¿Que no la hay? —Dijo sin comprender— puedes decir que no y se acabó todo el asunto. Tú no eres así Draco.

— ¿Yo no soy así? Hace años que no tenemos ningún tipo de conversación que dure más de cinco minutos. No sabes si sigo o no siendo el Draco que conocías.

Deneb dejó caer la mano que consolaba a su hermano al lado de su cuerpo. Tensó la mandíbula unos segundos, hasta lograr hacerse daño en el interior de su mejilla.

Él tenía razón. Draco, aunque le doliera, tenía toda la razón.

No había ejercido muy bien el papel de hermana mayor con él. ¿Pero qué podría haber hecho diferente? Jamás le había prohibido nada a Draco, ni mucho menos hablarse entre ellos. Deneb hasta tenía siempre la intención de conversar muchas veces, pero él era quien se rehusaba a hablar con ella.

Sin embargo, es cierto, Deneb en los últimos tiempos nunca estuvo del lado de su hermano. La culpa del distanciamiento era tanto de uno como del otro.


— Admito parte de mi culpa —dijo Deneb finalmente— pero deberás reconocer que tú también te la has buscado Draco.

— ¿Me la he buscado? —Frunció el ceño— ¿Crees que quiero convertirme en lo que "debo ser"?

— Puedes no hacerlo, ya te lo he dicho.

— Voldemort me ha elegido a mí Deneb, ¿Todavía no entiendes en toda la porquería que estamos metidos?

— ¿Te piensas que no lo sé? Yo tampoco aguanto más. No soy un pedazo de carne al cual ponen en el mostrador para ver quién paga más por mí. ¿Te parece que estoy feliz porque me prometieran con Montague? ¿Te parece que después de que él cancelara todo, nuestros padres consideraran comprometerme con Pucey? —Deneb hizo una pausa— me convirtieron en mortífaga contra mi voluntad. Me torturaron, me lastimaron —Draco la interrumpió.

— A ti no te mandaron a matar a una persona, y que tu vida dependa de ello —los ojos de Draco comenzaron a humedecerse— ¿O sí?

— No... —Deneb agachó la cabeza decepcionada— pero tú nunca me demostraste que fueras capaz, valiente. Siento que de verdad matarás solo para cumplir órdenes de otros.

Draco frunció el labio y apretó los puños con fuerza.

— ¿¡Eso piensas de mí!? —gritó, empujando a su hermana con rabia, consiguiendo que ella chocara contra la pared del pasillo. Deneb permaneció en silencio unos segundos, perpleja por el acto que había sufrido. Sabía de lo que sus padres podían ser capaces, habiendo estado conviviendo con ellos bajo el mismo techo todos estos años.

Pero que Draco la lastimase de aquella forma, era la gota que rebalsaría el vaso.

Si —susurró con la voz entrecortada.

No tenía mucho más para procesar. Aquello se había vuelto una total locura.

No podía quedarse más.

Este problema no se solucionaría de un día para otro. Tenía que huir de ese lugar lleno de odio y donde todos, excepto ella, parecían disfrutar de la violencia y el dolor contra gente inocente.

⋆✦ Deneb ✦⋆ (Fred Weasley)Where stories live. Discover now