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24 de agosto de 1994


Lucius Malfoy abrió la puerta de la carpa y la tendió para que su esposa y sus hijos pasaran dentro. Deneb sonrió al ver que la pequeña carpa en realidad por dentro era inmensa. Tenía una habitación para cada uno, cocina, sala de estar y baño. Siempre le sorprendía ver lo que la magia podía lograr.

— Deneb tú a la izquierda, Draco tú en medio —dijo Narcisa señalando las habitaciones— nosotros estaremos a la derecha.

— De acuerdo —murmuró el rubio. Deneb se dio vuelta hacia su padre, cuando éste entró en la carpa. Lucius recorrió todo con una lenta mirada y luego se dirigió hacia sus hijos.

— ¿Podemos dar unas vueltas? —preguntó la joven castaña.

— Sólo por este área —dijo acercándose hacia uno de los sofás— no vaya a ser que se mezclen con la gente equivocada...

— ¿Quiénes? —ella alzó una ceja.

— Tú sabes quienes, Deneb —Lucius la miró con rictus serio— los sangre sucia, los traidores, los pobres. Todos los que están en la otra área.

— No somos idiotas, sabemos con quienes juntarnos —murmuró Draco, algo frustrado. Caminó hasta la salida y en el trayecto agarró a su hermana por el codo para que ella avanzara también. Su madre les pidió que volvieran antes de que oscureciese, y después de eso, ambos estuvieron otra vez fuera de la carpa.

A Deneb no le interesaba el quidditch, pero poder presenciar la final del mundial la emocionaba. Tantas brujas y magos juntos en un mismo lugar y unidos por un mismo interés, le parecía algo digno de apreciar.

— No iré contigo. Buscaré a Crabbe —dijo Draco mirando a su hermana.

— Yo no pensaba ir a recorrer contigo tampoco.

— Lo sé, pero hazle caso a nuestro padre.

— Yo haré lo que quiera —Ella se encogió de hombros— Y si tanto te preocupa ¿Por qué no te quedas vigilándome entonces?

— Pues debería...

— ¿A dónde quieres llegar Draco? —la chica se cruzó de brazos.

— Que te conozco Deneb, te conozco mejor que nuestros padres. Sé que cuando te dicen cómo comportarte te empeñas en hacer lo contrario.

— Te había subestimado. Ves más cosas de las que imaginaba.

— Solo no te metas en problemas y vuelve cuando todavía haya luz —Draco se dio la vuelta— porque no me harás caso en lo demás que pueda decirte —caminó alejándose de su hermana. Deneb apretó las mandíbulas y se fue para el lado contrario.

Le molestaba sobremanera que su hermano la tratara así. Pero más le molestaba que tuviese razón. Desde el segundo que su padre le dijo que no se fuera de esta área, ella ya estaba pisando la otra, aunque solo fuera mentalmente en ese momento. Y Draco sabía que si delataba a su hermana estaría en graves aprietos.

¿Pero qué iba a hacer ella estando allí? Ni Timothy ni Matilda habían venido. Y no quería encontrarse con nadie más de slytherin, así que no le quedaba otra que alejarse de ellos. Porque si sus padres habían armado el campamento en esta parte del terreno, era de suponer que salía más caro y, por ende, aquí estarían todos sus compañeros de casa.

Aquellos quienes no tenían ganas de compartir lugar con "la gente equivocada".


Deneb caminó hacia el final del campamento y se encontró con el inicio de un tupido bosque. Si lo bordeaba y se dirigía hacia el lado derecho llegaría al otro campamento. Pero tuvo miedo, después de tanto tiempo sin importarle, de lo que la gente pudiera decir si la veía por allí. Tenía una sensación rara de que su padre tomaría acciones severas con ella si esta vez no le hacía caso.

⋆✦ Deneb ✦⋆ (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora