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25 de diciembre de 1994


Graham Montague le dio un beso de despedida en la mano a Deneb, haciendo una pequeña reverencia, luego de decirle que se la había pasado de maravillas con ella. La chica lo saludó con un gesto de cabeza y lo vio caminar hasta los dormitorios de varones.

Sí, la verdad es que Deneb se lo había pasado bien también. Habían reído, habían bailado y -lo más importante- la había respetado en todo momento sin sobrepasarse.


Se dirigió hacia su cuarto, esperanzada de que ninguna de sus compañeras le hiciera preguntas al respecto de la velada. No tenía ganas de hablar con nadie. Pero para su suerte, se encontró con que Amanda no estaba y Matilda y Venus iban ya por el séptimo sueño.

Aprovechó para quitarse los tacones y ponerse unos zapatos bajos, abrir su baúl y guardarse dos cigarrillos dentro del corpiño, y escabullirse hasta la torre de astronomía a fumar.

Necesitaba despejar su mente.


Antes de salir a la sala común se miró en el espejo una vez más. Tenía un vestido azul lleno de brillos y súper escotado. Su madre le había enviado tres vestidos a principio del año escolar, pero ninguno había resultado de su agrado, así que se decidió por este azul que había comprado con Matilda en Hogsmeade. Decía más "Deneb" y menos "Narcisa".

Se soltó el peinado que traía y dejó caer su cabello castaño ondulado por la espalda, y así se dirigió por las mazmorras hasta su destino nocturno, cruzando los dedos de que ninguno de sus compañeros hubiese decidido estar en pareja allí.


Al pasar por el vestíbulo miró el gran comedor, que estaba decorado como un palacio de hielo. Vio que había mucha gente todavía, a pesar de la hora que era, pero muchos ya estaban volviéndose a sus dormitorios o a hacer otras cosas.

Otras cosas que a Deneb no le habría gustado hacer con Montague. Como besarse.

Por eso, cuando le rechazó un beso a la salida del gran comedor, no solo sintió vergüenza y creyó que había cometido una tontería, sino que le dio bronca. Le dio bronca porque no quería haber ido con él al baile.

A ver, que él no es el problema; continuó diciéndose a sí misma.

Porque sabía que aceptar ser su pareja esa noche, implicaba que mañana la gente hablaría al respecto y una cosa llevaría a la otra. Pero también sabía que no asistir al baile era un problema mayor con sus padres, y era un problema peor haber asistido con cualquier otra persona que no fuera de slytherin.


— Ey —dijo un chico, sosteniéndola por los brazos para que no se cayera cuando ambos chocaron. Deneb se dio cuenta de que estaba tan ensimismada en sus pensamientos que no había visto a Fred Weasley en las escaleras del primer piso— ¿Estás bien?

— Sí, solo... —pensó dos veces lo que iba a decir. No sabría si le gustaría que Weasley se enterara a donde iba— sí.

— ¿Segura?

— Te he dicho que sí —dijo, exasperada— ¿Y además desde cuando te interesa saber cómo estoy?

— Te veo mal, despistada. Y es raro que actúes de esta forma. No sé —se encogió de hombros— ¿Quieres hablar?

— No —Deneb aminoró la marcha hacia las próximas escaleras para subir al segundo piso— gracias. Pero ahora quiero estar sola.

— Oh, bueno. Yo también estaba queriendo estar solo, así que podremos estar solos juntos. ¿No te parece?

⋆✦ Deneb ✦⋆ (Fred Weasley)Where stories live. Discover now