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16 de marzo de 1996


Deneb entró en la habitación de las chicas de séptimo de slytherin, creyendo que estaría sola ahogando sus penas en su almohada, como ya era algo rutinario. Pero Matilda estaba allí recostada sobre su cama leyendo una carta con una gran sonrisa en el rostro.

Ambas chicas se miraron por un momento.

— ¿Por qué tanta felicidad? —le preguntó a su amiga.

— Mirko me invitó a su casa para pasar pascua junto a su familia.

— ¿Mirko? ¿Quién es? —dijo Deneb desconcertada mientras se acercaba hacia su cama. Matilda esfumó toda felicidad de su cara y se paró de un tirón, yendo hacia el tocador para peinarse— ¿No piensas responder?

La morena la miró por el reflejo del espejo, con mala gana. Se giró sobre el taburete donde se había sentado y se aclaró la voz.

— Mi prometido —dijo ella, algo dolida— creí que al menos me estabas escuchando cuando te hablaba, Deneb.

— Por las barbas de Merlín, Matilda. Tienes que estar de chiste —ella se sentó en el borde su cama— no puedes pensar que es correcto que te encuentren esposo... Tienes el derecho a elegir.

— Quizás hubiera estado mejor que te acordaras de este tema hace un mes... pero bueno en algún momento te ibas a acordar de mí.

— Siempre estuve aquí Matilda, siempre —ella la interrumpió.

— No te hagas la víctima. Empezaste a salir con ese traidor, te peleaste con Timothy, me dejaste de lado. Sólo te importa tu vida, tu felicidad. Y ahora no le das atención a Graham.

Deneb trató de omitir por completo lo que acababa de escuchar, porque al parecer sólo había escuchado rumores de las cosas en vez de venir a preguntarle qué era lo que realmente sucedía.

— La vida no tiene por qué ser así, tú puedes elegir con quién casarte Matilda. No seas ingenua.


La chica giró de nuevo en el taburete y se miró en el espejo, continuando a peinarse sin darle importancia a Deneb y a que ella seguía hablándole. Estaba dolida, y estaba en todo su derecho. Porque Malfoy no había sido una buena amiga en todo este tiempo que se vio con Fred Weasley a escondidas.

Primero porque le ocultó su mayor secreto, segundo porque era con él con quien más tiempo pasaba. Tercero porque sólo quería pensar en el pelirrojo y, cuarto, porque desde que temió por la vida de ambos no dejó su cabeza en blanco ni por un segundo.

Ni para poder retener la información de que Matilda Bulstrode estaba comprometida y se iba a casar, al igual que ella.

— Además, ¿Si sentías que te dejé de lado por qué no me buscaste tú? —dijo la castaña frunciendo el ceño, enojada— ¿Por qué siempre tengo que ser yo la que da el primer paso?

— Porque me cansé de estar en tu sombra, en todo —Deneb pudo sentir resentimiento en su voz— Por una vez tengo un futuro, un hombre que me quiere y con dinero, de buena familia.

Si eso es todo lo que te importa... —susurró— lo lamento por ti, Matilda.

Se sintió culpable de no haber estado el tiempo suficiente con ella porque notó que compartir relaciones con Venus Dench y Amanda Sanders la habían hecho cambiar de parecer en muchas opiniones y cada vez se pareció más a ellas, alejándose por completo de Deneb.

⋆✦ Deneb ✦⋆ (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora